miércoles, 30 de enero de 2013

Capítulo 18: "Le amo. Es perfecto."-pensé.


Estaba sentada en el suelo apoyada en la cama con la cabeza entre las piernas llorando sin parar. ¿En serio Harry le hizo el amor a Sheila?
Oí el timbre, y me sequé las lágrimas pero decidí no ir, ¿para qué? ¿Para que se rieran de mí? No, paso.
Volvieron a llamar, y una tercera vez, me cansé y abrí la puerta de golpe. Era Harry, estaba llorando, apoyado en la pared.
-Dime que no te vas… -me suplicó. No contesté. Se merecía eso y más. –Por favor, _____; dime que mi madre se lo ha inventado, que nunca la has llamado. Por favor…
Seguí callada. Le odiaba, pero aún así me rompía el corazón verle llorar, decidí cerrar la puerta y seguir amargándome, llorando a más no poder y preguntándome por qué me tocó a mí tener esta vida.
Volvieron a llamar el timbre. Abrí con fuerza la puerta e iba a gritar : ¿QUÉ? Pero Harry me lo impidió cogiéndome del cuello, besándome apasionadamente mientras lágrimas seguían cayendo de mi mejilla. Me separé bruscamente.
-¿QUÉ MÁS QUIERES? ¡VETE A HACER EL AMOR A SHEILA, QUE ES LO MEJOR QUE SE TE DA HACER! –grité.
-¿De qué hablas, cariño? –me dijo intentando agarrarme de la cintura.
-¿Qué de qué hablo? PRIMERO: NO ME LLAMES CARIÑO DESPUÉS DE DEJARME SOLA POR LA NOCHE, Y DE PASAR UNA TARDE Y UNA MAÑANA SIN HABLARME, SIN DARME LAS BUENAS NOCHES, SIN DARME UN BESO… Y SEGUNDO: -paré para coger fuerzas después de gritarle tanto. –SABES BIEN DE QUÉ TE HABLO, ESA PERRA NO SABE GUARDAR SECRETOS, ¿CUÁNTO TIEMPO ME LO IBAS A ESCONDER? ¿CUÁNTO, HARRY? ¿NO LO ENTIENDES? ¡YO TE AMABA! –empecé a estallar en llanto. –Yo te amaba, Harry…
Harry empezó a llorar y me abrazó. Estaba demasiado mal como para saber por qué respondí a ese abrazo.
-Parece mentira que no me conozcas…  -dijo Harry triste. –Yo nunca te haría eso, ¿me oyes? ¡Nunca! Ella y yo salimos, pero se quedó ahí, se terminó. Nunca dañaría a la persona que más quiero en el mundo. No preguntes por qué no te hable, no lo sé, soy un completo idiota, lo sé, nací así. Y necesito que me perdones.
No pude mirarle a la cara. Por un momento pensé que en la vida le iba a poder volver a mirarle a la cara, después de todo lo que le grité…
-¿No hicisteis nada por la noche? –pregunté.
-Nada, excepto discutir. ¿No entiendes que lo que quiere que nos separemos? –me dijo separándome de él y cogiéndome de las manos.
-La cagué. Lo mandé todo a la mierda, Harry. Avisé a tu madre, soy lo peor, lo siento, Harry. Lo siento, yo… -intenté decir, pero Harry me calló con un beso, al que respondí inmediatamente. Me cogió de la cintura y yo empecé a jugar con su pelo. Hacía un día que no probaba el sabor de su boca pero se me hizo una eternidad. Me prometí a mí misma nunca enfadarme con él, nunca.
Nos separamos para tomar aire.
-Echaba de menos esos besos. –me dijo sonriendo.
-Y yo. –le di un beso corto.
-¿Me perdonas? –preguntó mirando hacia el suelo.
-¿Por qué te tengo que perdonar? ¿Me perdonas ti por ser una completa idiota, gritarte cosas que no eran verdad, no abrirte la puerta, no hablarte y enfadarme por celos? –Harry se rió.
-Siempre te perdonaré todo. –me volvió a besar. Esta vez más lentamente, provocando que sintiera esa sensación que sentí la primera vez que nos besamos. Poco a poco, me fue besando el cuello. Me elevó en el aire para enrollar mis piernas en su cintura y me llevó a la habitación. Me hizo el amor como toda mujer quiere que lo haga, como si fuera lo más importante que le hubiera pasado en la vida, como si no hubiera mañana.
Nos quedamos abrazados, mirándonos el uno al otro a los ojos. No pude evitar sonreír, pasé de odiarlo a amarlo.
"Le amo. Es perfecto."-pensé. 

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