-Harry, yo…
-Vamos a ir a comer,
¿queréi…? Vuelvo a molestar, ¿no? -dijo Louis. Harry furioso asintió, y Lou se
di la vuelta.
Harry me miró. Sus ojos
le brillaban como nunca. Yo, de respuesta, me abalancé sobre él y le besé. Él
respondió cogiéndome con mis piernas entrelazadas y dándome vueltas.
-¿Eso es un sí? -me
sonrió.
-Sí. -le volví a besar.
Al rato me bajó.
-¿Ya puedo hablar? -dijo
Louis. Harry y yo nos reímos.
-Sí, Lou, sí. -dije.
-Llámale Louis. A mí me
puedes llamar Hazza. -dijo Harry molesto.
-Vale. -me puse de
puntillas para darle un beso corto en los labios. -Sí, vamos con vosotros a
comer. -contesté antes de que volviera a hablar.
-Genial. -se dio la
vuelta.
-No quiero que pongas
motes a nadie. -puso cara triste.
-¿Estás celoso?-pregunté
riéndome.
-No, pero eres mía, y
solo mía. -me abrazó y me besó.
Fuimos a un restaurante
a comer todos, y Harry se sentó a mi lado. Arrimó su silla más a mi lado y me
daba la mano con la que no comía.
Después de comer, fuimos
cada uno a nuestra casa.
-¡Por fin! Me voy a
duchar. -dijo Harry.
-Vale. Después voy yo.
No tardes. -avisé.
Encendí la televisión y
vi un capítulo de Los Simpsons. Terminó el capítulo y Harry todavía no había
salido del baño.
-¡Harry! ¿Tardas mucho?
-pregunté apoyada en la puerta del baño.
-¡No! -oí.
-O sales ya o entro yo.
-Haz lo que quieras.
-Vale. Entro yo. -abrí
la puerta y se estaba duchando. Se dio la vuelta y me sonrió. Salió de la ducha
y le acerqué la toalla y se la envolví.
-Te toca ducharte. -me
sonrió. -¿No te quitas la ropa?
Me reí.
-¿Te la quito yo? -puso
cara de cachorrito y no me pude resistir.
-Vale.. -me di la vuelta
para que me desabrochara el vestido. Cuando me lo quitó. me desabrochó la parte
de arriba del bikini y yo me quité la parte de abajo. Harry me abrazó y me empezó
a besar como nunca un hombre me había besado antes.
-¡___! ¡___! ¡Te toca
ducharte! -me dijo Harry. Me levanté del sillón.
¿Todo había sido un
sueño? Dicen que cuando te enamoras
tienes ese tipo de sueños, pero no sé, ese fue tan real, como si en verdad me
estuviera besando… Es más, tenía los labios húmedos.
-¿Tanto has tardado en
ducharte? -le pregunté.
-No. Te quedaste
dormida, ¿soñaste algo? -preguntó curioso.
-¿Por qué lo preguntas?
-Besas bien cuando estás
dormida. -dijo riéndose.
-¿Me has besado cuando
estuve dormida? -pregunté asombrada.
-Claro. Pero tú
seguiste, ¿qué soñabas? -no hablé- Venga, dímelo… Por favor… -negué con la
cabeza. -Pues me enfado. -dijo serio, y se marchó.
Me metí en la ducha. Me sequé, me peiné y me vestí con una falda corta y una camiseta de
tirantes. Aquí hace mucho calor.
-Ya estoy. -dije en el
salón, mientras Harry veía la tele. -YA ESTOY.
-Harry seguía sin hacerme caso. -¿Hola? -tampoco me hablaba. -¿Si te lo
digo me hablarás? -él solo asintió, pero no dijo ninguna palabra.
No le hice caso y me
fui. Llamé a una amiga, ya que la prometí contar todo sobre el viaje.
*LLAMADA TELEFÓNICA*
-¡Hola ____! Creía que
no me ibas a llamar. -dijo Sarah.
-Hola. Lo siento, es que
he estado muy liada. Estoy en Cuba, porque mis tíos se fueron y estoy con el
vecino. Es muy majo, y guapo y…
-¡¿Estáis saliendo?!
-preguntó asombrada y asustada.
-Sí, ¿por? -pregunté
emocionada.
-Tu ex vino a mi casa
preguntando por ti. Estaba muy furioso. Dijo que iba a hacer lo que sea para
que vuelvas con él. Si se entera de que estás con otro, _____, le va a matar. A
ti y a tu novio- dijo seria.
-Harry. Se llama Harry.
Y no me va a hacer nada. Si vuelve, dile que estoy con otro que no me pega, ni
me obliga a desnudarme enfrente de él, ni tampoco…
-¡¿QUÉ?! ¡¿TE PEGABA?!
¡NO ME LO DIJISTE! ¿A ESO LO LLAMAS AMISTAD? SEGURO QUE HARRY LO SABE, ¿¿NO??
-dijo furiosa.
-Cálmate…
-¡NO! ¡NO ME CALMO! TE
PODRÍA HABER AYUDADO, ¿SABES? LLEVO TODA TU VIDA A TU LADO Y ESE TAL HARRY SOLO
LLEVA 2 DÍAS. ¿ACASO DEJAS A TUS AMIGAS DE LADO?
-Sarah…
-¡NO! SEGURO QUE NO
VOLVERÁS A LOS ÁNGELES, TE QUEDARÁS CON ÉL, ¿VERDAD?
-¡Sarah! -dije medio
llorando.
-¡BUAH! PASO DE TI, Y DE
NIÑATAS QUE NO CONFÍAN EN SU MEJOR AMIGA, ¿SABES? Y POR CIERTO…
Colgué el teléfono antes
de que me dijera nada más. Ahora mismo no tenía ganas de nada. Subí a la
habitación y cerré la puerta. Ya tenía la cara llena de lágrimas. “¿Por qué
todo me tiene salir mal? ¿Qué he hecho para merecer algo así?” pensé.
Cogí el móvil y empecé a
escuchar música, pero lo único que hacía era llorar y llorar. Dedicí bajar con
Harry. En esos momentos solo él me podía ayudar. Bajé las escaleras corriendo y
con los ojos rojos, Harry seguía en el sofá viendo la televisión.
-Harry… -dije con un
hilo de voz. -Por favor…
Harry se dio la vuelta
inmediatamente y me vio asustado. Me cogió y me abrazó muy fuerte.
Nos sentamos en el sofá,
y le conté todo. La conversación, el enfado co mi mejor amiga.
Cuando terminé, me quedé mirando esos ojazos verdes que tenía.
Cuando terminé, me quedé mirando esos ojazos verdes que tenía.
-Tranquila, se le
pasará… pero ¿qué era lo que te quería contar? -dijo con voz dulce.
-No lo sé. No quiero
saberlo. -Harry me abrazó más a él y me dio un beso largo en la mejilla.
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