Capítulo 5: No sé nadar...

-Despierta, ya llegamos. -me susurró Harry.

Cogimos las maletas y todo y salimos del avión. Después de un buen rato nos encontramos con tres chicos: dos castaños y un rubio. Los dos guapos, pero… Harry más.

-¡Hola! Tú eres _______, ¿no? -me dijo el rubio. -Yo soy Niall, y estos son Liam y Louis. -Los tres me dieron dos besos y me ayudaron con las maletas, que pesaban bastante.

-Bueno, pues aquí os quedaréis Harry y tú. -dijo señalando un chalet de un piso pequeño. -Simple, pero efectivo. -dijo Liam.

-Y aquí nosotros. -dijo Zayn cogiendo a Ari por el brazo y metiéndose en casa.

-Nosotros estaremos en la casa de al lado de Zayn, ¿vale? Es tarde, dormiros y mañana iremos a la playa por la mañana, ya os avisaremos. -dijo Louis.

-Vale. -Harry me cogió una maleta y rodeó su brazo con el mío, ya que tenía las manos ocupadas.

*EN EL PISO*

-Estoy agotado.. -dijo tirándose a la cama.

-Jajaj, te prepararé algo, ¿qué quieres? -Harry sonrió.

-Lo que vayas a tomar tú.

-Vale. -salí a la cocina a preparar algo.

“¿Por qué sonrió cuando le pregunté qué quería?” pensé. “En fin, a este chico no hay  quien lo entienda.”

Cogí dos huevo y preparé dos tortillas. Las puse en un plato juntas y encima dos tenedores. Lo llevé a la cama y ahí me estaba esperando Harry con una sonrisa.

-Mírale, como un niño pequeño. -me reí. Harry se sentó en la cama para comer, y fui a la cocina a por dos vasos de agua.

-Ya está todo. -me senté a su lado y comimos.

-Cocinas muy bien, en serio. -me dijo.

-Siempre cocino. Cuando mis padres llegan tarde tengo que hacer yo la cena y a veces viene una amiga a casa para ayudarme.

-Ahora te puedo ayudar yo. -se rió.

-¿Sabes cocinar? -Harry me miró y me tiró un cojín. Me reí.

-¿Qué pasa? Solo estoy preguntando.

Recogí todo y lo llevé a la cocina. Lo fregué, lo sequé y los metí en un cajón. Cuando volví de la habitación, estaba ya dormido. Tenía la camiseta puesta.

-¡Qué raro! -miré a Harry y se empezó a reír. ¡Se había hecho el dormido! Se levantó y se quitó la camiseta, me guiñó un ojo y se quitó los pantalones. Me quedé paralizada. Si ahora mismo estaría Zayn seguramente diría: “Mira a _____,, te está violando mentalmente y bla bla bla”.

Pero ¿por qué pienso en Zayn teniendo a ese monumento de hombre delante?

-Te ha gustado, ¿eh? -me dijo levantando las cejas. Yo solo sonreí nerviosa.

-Quítate tú también la camiseta y los pantalones. -dijo serio.

-¿Qué? -me quedé alucinada.

-Tienes que dormir en ropa interior, como yo. -me sonrió y obedecí. Me quité primero los zapatos y los pantalones cortos, luego la camiseta de manga corta. Y quedé en ropa interior. Harry sonrió y se metió en la cama,  y yo igual. Levantó su brazo más cercano al mío y me reí. Lo abracé y me quedé un rato pensando, hasta que  me dormí.

-¡HARRY, POR DIOS, DEJA DE SALTAR DE LA CAMA! -grité cuando me desperté al día siguiente. Estaba saltando de la cama sin parar y luego se sentó a mi lado.

-Buenos días, princesa. -me dio un beso en la mejilla y cogió la bandeja que estaba en la mesilla.

-¡Me has traído el desayuno! -exclamé sorprendida. ¿Qué chica no desea que un chico la despierte así, con un “buenos días princesa” y te prepare el desayuno? -Me siento la mujer más afortunada del mundo. -dije sonriendo.

-Lo eres. -me sonrió. -Vamos a ir ahora a la playa, ¿te quieres venir? ¡Vaya pregunta! Si no quieres ir, te iba a llevar igualmente. -nos reímos.

-Claro, ¿por qué no? Gracias por todo. -le abracé cuando había terminado.

-No se dan. Venga, ponte el bañador, que yo ahora me lo pongo.

-¿No te bañas desnudo?

-¿Quieres que lo haga? -preguntó extrañado.

-Emmm… no, es que como haces todo desnudo, pues…. a ver, digo que como duermes desnudo, pues… ¡bah! qué más da, ya la he cagado, no lo voy a solucionar.

-jajajajaj, cuando estemos los dos solos lo haré. -se fue a otro cuarto de baño.

Me lavé y me puse el bikini y encima un vestido de playa y unas chanclas. Mientras, estuve pensando en cómo sería verle en el mar desnudo…

¿Qué digo yo? Nunca lo hará. Habría sido una broma o algo parecido, supongo… ¿O tal vez no?

Salí y me lo encontré solo con el bañador. Tenía muy buen cuerpo. Quien quiera que sea su novia tiene que tener una suerte…

-¿Ya estás? Vámonos, antes de que nos encontremos con Zayn y nos hable de cosas raras. -se rió mientras salíamos por la puerta. No había que andar mucho, la playa estaba muy cerca.

-¿Por qué tardasteis tanto? -preguntó Niall nada más vernos. -¿No habréis…? -nos miró sorprendidos.

-¡No, Niall, no! ¿Por qué aquí todos sois tan malpensados? -se rió, aunque yo sabía perfectamente que no le había gracia, que le hacía la misma gracia que a mí. Es decir, ninguna.

Pusimos las toallas en el suelo y nos tumbamos un rato. Luego nos metimos en el agua. Bueno, Harry me metió en el agua.

-No, no me apetece. -respondí.

-Sí, sí te apetece. -me cogió por los brazos y me llevó como una princesa al mar.

-¡HARRY, NO! ¡POR FAVOR! ¡HARRY! ¡PARA! -mis gritos no pudieron. Me tiró al agua y él se tiró encima. Del miedo, me puse detrás suya y me subí. Entrelacé sus piernas en su tripa mientras me agarraba de su cuello.

-¿Qué te pasa? -preguntó preocupado, dejándome caer para ponerme al revés: delante suya agarrada a su cuello y con las piernas entrelazadas en su espalda.

-No se nadar… -dije vergonzosamente, al borde de empezar a llorar.

-Ah, lo siento, en serio, no sabía nada. -me pegó fuerte contra él y me abrazó.

-No pasa nada. -le devolví el abrazo y salimos a la orilla.

-¿Qué ha pasado? -preguntó Zayn preocupado.

-Nada. -sonreí y me senté en la toalla, al lado de Harry.