lunes, 18 de marzo de 2013

CAPÍTULO 40: -Olvida todo lo que ha pasado.


Me di la vuelta y vi a Zayn. Probablemente haya oído y visto todo. Pero eso no importaba. Solo quería otra vez a Harry.
Me quedé a dormir en su casa. No cené, no tenía hambre. Para no estar incómodos, dormimos en camas distintas.
A mitad de la noche, unos ruidos me despertaron. No veía a nadie, no oía a nadie, pero esos ruidos seguían sonando. Corriendo, me dirigí a la cama de Zayn. Me acurruqué en las sábanas y Zayn me abrazó. Me di la vuelta para quedar cara a cara con él. Nos quedamos un rato mirándonos, y me empezó a besar. Le seguí el beso, imaginándome a mí misma en un banco de un jardín, besando a Harry, mientras me perdonaba.
Me separé porque sentía angustia. Sabía que no era Harry. Empecé a llorar otra vez.
-Lo siento, no quería.. no debí besarte. –se disculpó Zayn.
-Le amo. –dije con la voz entrecortada.
Mi móvil sonó y leí un mensaje: sal a la puerta. Bajé corriendo las escaleras del piso y abrí la puerta.
-¡Harr… ¡ -creí que era Harry, pero no. Era Niall.
-Hola. –dijo secamente.
-Niall, yo.. –intenté explicar.
-Lo sé todo.
-Ya… -aparté la vista.
-Ve a casa y pídele perdón.
-Ya lo hice… -dije llorando.
Me secó las lágrimas y me subió al coche.
-Iré a avisar a Zayn de que. –me di la vuelta y estaba él vestido.
-ven. –dije agarrándole de la mano. –Ayúdame a que me perdone.
-Lo hará. –me dijo dándome un beso en la mejilla.
Nos subimos al coche y Niall nos llevó. Cuando bajamos, salí corriendo del coche.
-Harry no sabe que estás aquí. –dijo Niall.
Asentí y subí las escaleras sin hacer ruido. Abrí la puerta de su habitación y le vi durmiendo en su cama.
-Niall, fuera. –dijo con la voz entrecortada.
-Te he hecho daño. –susurré.
-No sabes cuánto. –dijo levantándose de la cama para acercarse a mí.
-Le abracé y estuve un buen rato así esperando una respuesta. Le daba besos en el pecho. De vez en cuando le miraba. Su mirada estaba fija en un sitio de la habitación.
-Por favor, abrázame. –rogué.
Harry pensó un poco, pero finalmente me miró y me abrazó. Al principio, solo apoyó un poco las manos, después de unos minutos, me apretaba con fuerza, como si me fuera a caer de un sitio alto.
-Te amo, Harry. 
-No lo creo.
-¿Por qué te crees que estoy aquí? Harry, por favor, perdóname. Zayn no tiene la culpa, yo tampoco. Me dejé llevar, lo he pasado fatal. Los ojos me queman de tanto llorar, las pestañas me pesan, tengo sueño. No quiero estar sin ti, yo simplemente no pue… -Harry no me dejó continuar. Pegó sus labios con los míos y me empezó a besar. AL principio no respondí, no creía que Harry me fuera a perdonar. Luego le empecé  a besar, agarrándole del cuello fuerte. Nos separamos por falta de aire.
-NO lo vuelvas a hacer. –me dijo con su nariz rozando la mía.
-Nunca más. –le di un beso en la mejilla. –Echaba de menos el sabor de tu boca. –se rió y yo le volví a besar.
-Te amo. –dijo.
Le abracé muy fuerte. Un rato después, bajamos a cenar con los demás. Harry y Zayn todavía no se miraron, pero confiaba en que pudiera olvidar lo que ha pasado. Al terminar, Harry y yo fuimos a mi dormitorio a dormir abrazados. Le di un beso de buenas noches y él me besó abrazándome, tumbados en la cama.
-Lo siento. –dije.
-Olvida todo lo que ha pasado.
-Te amo. –le besé y al rato me quedé dormida. 

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