Zayn me miró extrañado y yo me encogí de hombros.
-Zayn nunca entra por la puerta. –dijo Niall
soltando una carcajada.
-¡Me habías asustado! –dijo Zayn abrazando a Niall.
Zayn me miró y se puso a mi lado.
-Hacéis buena pareja. –dijo Clara mirándonos sonriente.
Zayn me miró y se rió y yo sonreí avergonzada.
Preparé la comida mientras Clara y Niall entretenían a Zayn. Cuando estaba
lista, fui al salón a llamarles cuando vi a Zayn jugando con Kevin. Una sonrisa
salió de mi cara. “¡Vaya! No sabía que Zayn se llevara tan bien con los bebés”
pensé. “Se le ve bien con el bebé. Va a ser un padrazo”
Zayn se tumbó en el suelo cogiendo a Kevin y
lanzándola en el aire. No me asusté, él era muy fuerte y tendría cuidado de que
no se cayera. Luego me miró y se levantó y, cogiendo al niño en brazos, fui a
la cocina. Clara me guiñó el ojo, que no supe entender qué decía; y Niall la
miró y me sonrió.
-¿Qué está pasando? –dije en voz baja. Niall me oyó
y se rió.
Harry vino justo a tiempo. Fui a darle un beso y me
abrazó fuerte, llevándome a la cocina y besándome muy lentamente. Cuando se
apartó, me sonrió y me besó la mejilla; para luego soltarme.
Nos sentamos en la mesa y comimos. Zayn se ofreció
para lavar los platos, pero Harry insistió en que no hacía falta.
-Que no me importa.
-¡QUE LOS DEJES! –gritó Harry. Luego se acercó a su
oído y le susurró algo que no pude entender.
-¡Harry! –dije llevándole al salón -¿A qué ha
venido eso?
-A nada que te importe. –dijo serio y se sentó en
el sofá con el niño-
Bufé y fui a la cocina. Zayn estaba fregando.
-Perdona a Harry, a veces se le va la cabeza. –dije
tocándole el hombro.
-Ya, se ve. Tenía una razón para eso. –dijo
secamente.
-¿A qué te refieres?
-A nada. –dijo y se apartó un poco para que no le
tocara.
Ese gesto me llevó todo el
día pensando en él. ¿A qué vino ese comportamiento? Es más, desde que vino,
todos se han comportado diferente. Fui al sofá y Harry no me habló. Luego vino
Niall, Clara y Zayn y se sentaron en algún hueco a ver la televisión. Harry de
repente me giró la cabeza y me empezó a besar. Me abrazó por la cintura y me
pegaba más a él. Luego se levantó y me cogió de la mano. Me llevó a la
habitación y empezó a besarme más rápido. Cerró la puerta y me empezó a quitar
la ropa. Le levanté la camiseta y se terminó de quitar él. Me tumbó en la cama
y me empezó a besar el cuello, terminando de desnudarme. Le quité la ropa como
pude y luego me empezó a besar en los labios. Me empezó a penetrar lentamente,
cada vez aumentaba la rapidez. Intentaba contener los gemidos, pero me era casi
imposible. No quería que nos oyeran.
-No lo contengas. –dijo
Harry.
Negué con la cabeza y empezó
a dar embestidas cada vez más fuertes y rápidas. Me agarré a su espalda,
clavándole las uñas para no gritar. Pensé que no iba a aguantar más. Y no lo
hice. Empecé a gemir cuando llegamos al orgasmo los dos a la vez.
Se separó de mí y me abrazó.
Estuvimos un rato así hasta que nos quedamos dormidos.
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