CAÍTULO 28: Él otra vez.

Volvimos a casa en silencio.

-No me puedo creer que hayamos perdido a los tres… -dije llorando otra vez.

-Dos y medio. –rectificó Clara. La miré y no pude contener una sonrisa, que pronto se esfumó al recordar la imagen de Harry durmiendo con el pequeño en la cama.  Nos preparamos un bocadillo y cenamos en silencio. Nada más terminar de cenar me acosté y di vueltas una y otra vez a la cabeza pensando en dónde se podrían haber metido.

Me sequé las lágrimas y oí una puerta cerrarse. Abrí los ojos como platos y salí corriendo de la habitación. Estaba tan desesperada que no sabía ni por dónde iba. Cuando al fin llegué a la puerta, vi a Niall con el niño dando un beso a Clara y a Harry con la cabeza agachada y los ojos rojos. Me quedé paralizada. Esa es la peor imagen que he tenido en mi vida. Harry miró al niño triste y luego levantó la mirada a mí. Nada más juntar las miradas, vino corriendo hacia mí, atrapándome en un largo  abrazo.

-Perdóname, mi amor. Perdóname por favor. –dijo dándome besos en la mejilla.

-¿Dónde fuiste? ¿Dónde estaba Kevin? ¿Por qué tardaste tanto? ¿Dónde habéis ido? ¿Quién se lo llevó? ¿Cómo sabías que no estaba? –pregunté a Harry. -¿Cómo está mi niño? –dije corriendo hacia Kevin, quien estaba dormido.

Niall y Clara se llevaron al niño a la habitación y nos dejaron a solas. Me llevé las manos a la cabeza.

-¿Sabes qué mal lo he pasado? –dije llorando. Harry agachó la cabeza y me abrazó.

-Lo siento… perdóname.. –dijo con la voz entrecortada. –No te lo dije todo. Debí decírtelo desde el principio.

Me aparté de sus brazos y le miré extrañada.

-El otro día vi a Tom... –al oír ese nombre me quedé sin habla. –Me dijo que se había enterado del niño y que nos fuéramos despidiendo de él. Tuve una pelea con él y pensé que le había quedado claro que no le tocara. Cuando fue que hice la actuación con  Niall, noté que grité mucho y pensé que Kevin lo habría podido oír y enterarse. Pero no. No estaba en su habitación. No quería preocuparte, así que salí corriendo a casa de Tom. Al parecer me estaba esperando. Me dijo que le devolvía al niño si a cambio pasaba el día trabajando en el bar de su hemano.

-Ahí hay putas. –dije secamente.

-Por eso…

-¿Te las tiraste? –dije llorando apartando la mirada de él.

No contestaba y me enfadé.

-QUE SI TE LAS TIRASTE. –dije subiendo el tono de voz.

-Lo hice por nuestro hijo… -dijo susurrando. –Luego nos quitó los móviles y nos acompañaron hasta la puerta para que no llamásemos a la policía. Nos dieron a Kevin cuando estuvimos en casa. Niall también tuvo que trabajar, pero no tuve contacto con ninguna…

-Tú sí… -dije con la voz entrecortada.

-Fue por nuestro hijo, ¿no lo entiendes? –me dijo cogiéndome de los hombros para que le mirase a la cara. –Solo fue un par de…

-No quiero oír más. –al oír la palabra “par” supe que no fue con una, sino con varias. Me fui a la cama y me acosté. Cerré los ojos fuertemente y me quedé dormida.

Al rato, noté cómo alguien se sentaba a mi lado y me daba un beso.

-Buenas noches, princesa. –oí decir a Harry.