martes, 19 de marzo de 2013

CAPÍTULO 41: Confusión.


Por la mañana, me duché. Era una ducha pequeña, pero aún así cabía. Me pude música y me aclaré el pelo. Cuando tenía todo el pelo y todo el cuerpo enjabonado, me eché agua. Oí la puerta de la ducha abrirse, y me reí.
-Harry.. –dije sonriente.
Él no dijo nada. Solo me abrazó y me empezó a dar besos por todo el cuello. Me apoyé en su hombro mientras notaba su lengua recorrer todo mi cuello. Le cogí las manos y las vi diferentes. Tenía todos los brazos llenos de tatuajes. “¡¡Zayn!!” pensé y me sobresalté.
-No te asustes, solo una vez más.-dijo Zayn.
-No. –me di la vuelta y le vi. Me acorraló y me empezó a besar. Su boca sabía a alcohol.
-¿Has bebido?
-Bésame. –decía besando otra vez mi cuello.
-¡Zayn! ¡Estás borracho, déjame! –grité. Él solo rió y siguió. -¡HARRY! ¡HAAARRYY! –empecé a gritar. Zayn me agarró fuerte del brazo y me pegó contra el cristal. Me empezó a tocar todo el cuerpo y me empecé a poner nerviosa. -¡HAAARRRY! –grité todavía más fuerte. Quise resistirme pero era muy fuerte.
-¿Qué pasa? –entró Harry corriendo. Nada más ver a Zayn tocándome se le cambió la cara. Abrió rápidamente la puerta y sacó a Zayn. Empezó a gritarle cosas y le pegó un puñetazo.
-¡Harry, no! –grité sujetándole. -¡Está borracho, no sabe lo que hace, déjale ya! –dije apartándole. Vi a Zayn tirado en el suelo. Le había pegado bien fuerte. Le ayudé a levantarle y le curé. Harry estaba a  nuestro lado mientras le curaba la herida para vigilarle. De vez en cuando, cuando Harry de daba la vuelta, acariciaba mis piernas.
-Harry, ven. –se oyó desde afuera. Harry se levantó y advirtió a Zayn:
-Como la toques, te mato.
Zayn asintió y cuando salió se quedó mirándome. Seguí pasando el trapo por su herida cuando noté una mano en mi pierna. Le dejé. Mientras no llegué a nada más…” pensé. Subió hasta mis muslos hasta acariciarme el clítoris. Aparté su brazo rápidamente y dije:
-Para. –Zayn se rió y empezó a mirar su pantalón. De reojo, lo miré yo también y vi un bulto enorme.
-Sé que te gusta. –dijo.
-¿Qué le gusta? –entró Harry. Miró su pantalón y luego desvió su vista a mí. Me levantó y me abrazó.
-Fuera. –Zayn obedeció.
Clara le tumbó en el sofá para que se quedase dormido.
-¿Qué te ha hecho? –preguntó Harry furioso.
-Nada, Harry. –pase mi mano por su mejilla y él la beso.
-¿Seguro? No me mientas, por favor. –dijo cogiéndome de las manos.
-Me acaricio la pierna y el…
-No sigas. –dijo Harry todavía más furioso.
Me acerqué a él y le empecé a besar. Yo todavía tenía la toalla enrollada, así que me la tiró al suelo. Me abrazó y siguió besándome. Me acariciaba toda la espalda lentamente. Sentía escalofríos.
-Te amo. –dijo dándome un último beso en los labios.
-Y yo. –dije devolviéndoselo. Sonrió y cogió la toalla, me la enrolló y me llevó cogida como a las princesas hasta el dormitorio. Me tumbó en la cama y me empezó a vestir entera.
Preparamos la comida los dos juntos y comimos todos, menos Zayn; que seguía durmiendo.
-Ayer fue de fiesta, para olvidar todo lo pasado.. –dijo Clara.
Niall me abrazó cuando terminamos todos de comer.
-Lo siento por ser tan borde. –dijo.
-No pasa nada. –le di un beso en la mejilla y le abracé. Era tan adorable…

lunes, 18 de marzo de 2013

CAPÍTULO 40: -Olvida todo lo que ha pasado.


Me di la vuelta y vi a Zayn. Probablemente haya oído y visto todo. Pero eso no importaba. Solo quería otra vez a Harry.
Me quedé a dormir en su casa. No cené, no tenía hambre. Para no estar incómodos, dormimos en camas distintas.
A mitad de la noche, unos ruidos me despertaron. No veía a nadie, no oía a nadie, pero esos ruidos seguían sonando. Corriendo, me dirigí a la cama de Zayn. Me acurruqué en las sábanas y Zayn me abrazó. Me di la vuelta para quedar cara a cara con él. Nos quedamos un rato mirándonos, y me empezó a besar. Le seguí el beso, imaginándome a mí misma en un banco de un jardín, besando a Harry, mientras me perdonaba.
Me separé porque sentía angustia. Sabía que no era Harry. Empecé a llorar otra vez.
-Lo siento, no quería.. no debí besarte. –se disculpó Zayn.
-Le amo. –dije con la voz entrecortada.
Mi móvil sonó y leí un mensaje: sal a la puerta. Bajé corriendo las escaleras del piso y abrí la puerta.
-¡Harr… ¡ -creí que era Harry, pero no. Era Niall.
-Hola. –dijo secamente.
-Niall, yo.. –intenté explicar.
-Lo sé todo.
-Ya… -aparté la vista.
-Ve a casa y pídele perdón.
-Ya lo hice… -dije llorando.
Me secó las lágrimas y me subió al coche.
-Iré a avisar a Zayn de que. –me di la vuelta y estaba él vestido.
-ven. –dije agarrándole de la mano. –Ayúdame a que me perdone.
-Lo hará. –me dijo dándome un beso en la mejilla.
Nos subimos al coche y Niall nos llevó. Cuando bajamos, salí corriendo del coche.
-Harry no sabe que estás aquí. –dijo Niall.
Asentí y subí las escaleras sin hacer ruido. Abrí la puerta de su habitación y le vi durmiendo en su cama.
-Niall, fuera. –dijo con la voz entrecortada.
-Te he hecho daño. –susurré.
-No sabes cuánto. –dijo levantándose de la cama para acercarse a mí.
-Le abracé y estuve un buen rato así esperando una respuesta. Le daba besos en el pecho. De vez en cuando le miraba. Su mirada estaba fija en un sitio de la habitación.
-Por favor, abrázame. –rogué.
Harry pensó un poco, pero finalmente me miró y me abrazó. Al principio, solo apoyó un poco las manos, después de unos minutos, me apretaba con fuerza, como si me fuera a caer de un sitio alto.
-Te amo, Harry. 
-No lo creo.
-¿Por qué te crees que estoy aquí? Harry, por favor, perdóname. Zayn no tiene la culpa, yo tampoco. Me dejé llevar, lo he pasado fatal. Los ojos me queman de tanto llorar, las pestañas me pesan, tengo sueño. No quiero estar sin ti, yo simplemente no pue… -Harry no me dejó continuar. Pegó sus labios con los míos y me empezó a besar. AL principio no respondí, no creía que Harry me fuera a perdonar. Luego le empecé  a besar, agarrándole del cuello fuerte. Nos separamos por falta de aire.
-NO lo vuelvas a hacer. –me dijo con su nariz rozando la mía.
-Nunca más. –le di un beso en la mejilla. –Echaba de menos el sabor de tu boca. –se rió y yo le volví a besar.
-Te amo. –dijo.
Le abracé muy fuerte. Un rato después, bajamos a cenar con los demás. Harry y Zayn todavía no se miraron, pero confiaba en que pudiera olvidar lo que ha pasado. Al terminar, Harry y yo fuimos a mi dormitorio a dormir abrazados. Le di un beso de buenas noches y él me besó abrazándome, tumbados en la cama.
-Lo siento. –dije.
-Olvida todo lo que ha pasado.
-Te amo. –le besé y al rato me quedé dormida. 

CAPÍTULO 39: Sin palabras


Abracé a Zayn tan fuerte como pude. Estuve un cuarto de hora así, más o menos. Tenía los ojos rojos no, lo siguiente. Me escocían y poco a poco me estaba entrando el sueño. Sabía que si volvía a casa, Harry no me dejaría entrar, Niall no me hablaría y Clara me miraría como si fuera una puta.
-Por favor, déjame dormir en tu casa hoy. –le pedí a Zayn. Él también estaba llorando. -¿Por qué lloras?
-Porque todo ha sido mi culpa. Sabía perfectamente que tenías novio, un hijo precioso y un matrimonio por delante..-Zayn seguía hablando pero esta vez la apuñalada al corazón fue más intensa. Matrimonio por delante. Matrimonio… Me iba a casar con Harry dentro de poco y yo me acuesto con mi mejor amigo…
Me sentí una mierda. Salté del sillón y salí corriendo, dejando a Zayn con la palabra en la boca. Recorrí calles hasta encontrar una que me sonaba mucho. Corrí un largo camino. Mis piernas me quemaban, llevaba mucho tiempo corriendo. Por fin llegué a casa. Llamé al timbre muchas veces y Harry abrió. Su cara no mostró nada al principio, pero al mirarme, su expresión cambió por una de asco.
-¿Qué haces aquí? –dijo con tono de reproche.
No podía decir nada. Me quedé embobada mirando sus ojos, podía notar que estaban un poco rojos. ¿Había llorado? Sin duda. Por tu culpa, _____. Nunca debiste dejado llevar. Nunca.
-Yo.. –dije con la voz entrecortada. Harry se acercó mucho a mí con cara de enfado y dijo:
-No hace falta que explicas nada. Vete de aquí.
Puse una mano en su pecho y le empecé a acariciar, mientras una lágrima recorría toda mi mejilla. Sin pensarlo, agarré fuerte la camiseta y me empecé a besar desesperada. Movía mi boca rápido, pero Harry no movía ni un músculo.
-Déjalo. –dijo apartándome.
-Harry, por favor… -dije agarrándole del brazo.
-Vete con tu novio. –dijo secamente, apartándome el brazo con un movimiento rápido.
-¿Mi novio? ¿Qué pasa con la boda que me prometiste? ¿Qué pasa con la puta que te follaste, mientras yo pasaba todo el día llorando porque no sabía nada de ti? O mejor, ¿qué pasa? No me digas que hoy hemos hecho el amor porque te apetecía. Eso no ha sido amor. Lo hiciste para dar celos a Zayn, por eso querías que gimiera. ME UTILIZASTE PARA DARLE CELOS, HARRY. –dije llorando.
Harry me miró todavía más enfadado.
-¿Qué boda? Yo me quería casar con el amor de mi vida, no con una puta. ¿Sabes por qué pasé el día con esa? Porque quería ver a mi hijo vivir, quería vivir contigo y con MI hijo para siempre; y no estar toda la vida amargándome preguntándome: ¿Por qué no la di lo que quería? Y eso no fue hacer el amor, no tuve nada de sentimiento con esa. Seguro que tú a Zayn le has dado todo el amor del mundo, ¿verdad? Te utilicé, para que se vaya de nuestra fantástica vida, y se compre él otra; no para hacer lo que acabáis de hacer.
-Harry, lo siento. –le abracé todo lo fuerte que pudo, pero ni se inmutó. -¿Qué te pasa, no me quieres? –dije llorando desesperada, otra vez.
-No. –dijo secamente.
Al oírle, sentí cómo el corazón se me paró. Me alejé de él poco a poco, me costaba respirar. Lo amaba tanto… Me sentía tan culpable de haberle hecho daño. Me dejé caer al suelo.
Harry me ayudó a levantarme sin decir nada y me empujó. Noté unos brazos agarrarme de atrás para no caer, mientras veía a Harry cerrar la puerta de golpe. 

CAPÍTULO 38: Decepcionado


El teléfono volvió a sonar, pero seguí sin contestar. Sonó una tercera vez.
-Cógelo, estarán preocupados.-dijo Zayn dándome un beso en la mejilla. Asentí y lo cogí.
*LLAMADA TELEFÓNICA*
-¿Sí?
X: ¿DÓNDE ESTÁS? ¡HACE UNA HORA Y MEDIA QUE NO HAS VUELTO! ¿Y ZAYN?
-Harry… estoy bien, no te preocupes. Estoy en un bar con unas amigas. –mentí.
-Vale… -dijo.
*FIN DE LA LLAMADA TELEFÓNICA*
Colgó y miré a Zayn.
-¿Algún día se lo vas a contar? –me preguntó. Me encogí de hombros.
-Supongo.. no sé.
-Me siento mal. No tendría que habértelo dicho, ni besado. Y mucho menos traerte a mi casa. –dijo levantándose.
-¡No! Lo hecho está hecho.
-¿Se lo ha tragado?
-No sonaba muy convencido. –reconocí.
Zayn suspiró y se empezó a poner la ropa. Le abracé, aún sin camiseta.
-Como sigas así, terminarás otra vez en mi cama. –dijo Zayn. Me reí y le agarré más fuerte. –No me tientes. –dijo riéndose.
Solté una carcajada y me empecé a vestir.
-Me has clavado las uñas. –dijo Zayn tocándose la espalda.
-A ver.. –se dio la vuelta y vi unos arañados colorados. –Lo siento.. –dije avergonzada. –se rió y terminamos de vestirnos. Me peiné un poco y salimos.
Camino a mi casa, paramos en una terraza a tomar un helado.
-Gracias, -dijo Zayn.
-¿Por qué?
-Por darme lo que siempre he querido. –dijo mirando al suelo.
Sonreí y le di un beso en la mejilla, cerca de los labios.
Estuvimos un buen rato hablando hasta que recibí un mensaje. Era de Harry. Fui a abrirlo pero no iba.
-No va. –dije. Zayn se acercó a mí y lo cogió.
-Es una foto, espera que cargue.
Zayn se sentó a mi lado, pegado a mí. Esperamos a que pudiéramos leer el mensaje.
Ponía:
                             Ya veo lo que te importo. Con tus amigas, ¿eh? Habrás disfrutado con él en la cama. Te imaginé de muchas formas, pero no como una puta. Te lo has follado como nunca lo has hecho, ¿verdad? Mira: espero que te guste este recuerdo:
Vi una foto mía dando un beso a Zayn en la mejilla, cerca de los labios.
Nada comparado con esto:
Adjuntó una foto de Harry con Kevin.
Nunca pensé que nos harías algo así. Me siento como una mierda. Lo siento si no te he podido dar el amor que necesitabas, pero por lo menos lo intenté.
PD: Me decepcionaste _____, nunca te creí capaz de algo así.

Terminé de leer el mensaje y noté como si me hubieran apuñalado el corazón. Empecé a llorar abrazada a Zayn. Estaba totalmente destrozada. ¿En qué estaba pensando cuando me acosté con Zayn? Sigo amando a Harry y a Kevin. Les amo. 

CAPÍTULO 37: Eres tú...


-Eres tú. –dijo Zayn.
Me quedé sin palabras. ¿Yo..? ¿Él estaba enamorado de mí?
-¿Por qué te crees que he vuelto? ¿Por qué te crees que dejé a Ari, que te dije que era raro que conocieras a esa chica de la que estaba enamorado? ¿Por qué te crees que en la comida Harry te besa? ¿Y por qué si no, justo hoy, tenéis que hacer el amor en una habitación al lado de donde estoy yo? ____, estoy enamorado de ti. Por eso he vuelto. Por eso no soporto verte con Harry. Ni siquiera puedo mirar a Kevin a los ojos. Me recuerda tanto a ti.. A tu amor con Harry… -se acercó más a mí y me cogió de la barbilla. –Te amo.
Agachó un poco la cabeza y se fue acercando lentamente, hasta que nuestras narices rozaron. Juntó nuestros labios y me empezó a besar muy lentamente. Me abrazó, enrollando sus brazos por mi cintura. Le agarré el cuello y me apegué más a él. Pasaba su lengua por mi labio inferior y poco tiempo después, pude saborear su boca. Sentía mariposas en el estómago, cada vez que su lengua tocaba la mía.
Se apartó y me miró. Fue entonces cuando pude ver bien cerca sus ojos. Eran preciosos.
-Te amo. –me salió de la boca solo.
Zayn sonrió y me agarró fuerte de la  mano. Cruzó la calle rápido y con paso ligero me llevó a un apartamento alejado de cualquier carretera. Sacó rápidamente una llave de su chaqueta y abrió corriendo. Me cogió de la mano y subió conmigo las escaleras y se paró en una puerta. Volvió a abrir, pero se le cayeron las llaves. Las cogí y me miró. Me agarró fuerte de la cintura, acercándome más a él y me empezó a besar apasionadamente. Mi cuerpo estaba pegado a la puerta, entre esta y Zayn. Tenía una mano en mi cuello y con la otra intentaba abrir la puerta. Me aparté para que pudiera abrir. Lo hizo y entró. Nada más cerrar la puerta se quitó la chaqueta y la tiró al suelo. Me acorraló contra el muro y me siguió besando. Me cogió y me llevó a la habitación. Me tiró en la cama, mientras se quitaba la camiseta. Tenía unos abdominales definidos y tatuajes. Se tumbó encima mía, apoyándose con los brazos para no aplastarme y siguió besándome. Me levantó la camiseta sin llegar a quitármela y me acarició toda la tripa. Empecé a ponerme nerviosa. Como pude, le desabroché el pantalón y él lo tiró  por la habitación. Me besaba el cuello mientras tocaba todo su abdomen y espalda. Sentía un bulto enorme en mi pierna. Noté cómo los labios de Zayn bajaban hasta el sujetador, y me levantaba un poco para desabrochármelo. Me empezó a besar los pechos poco a poco.
De repente, pensé en Harry, en qué estaría haciendo él. ¿En qué estaba pensando? ¿Quería hacer el amor con Zayn de verdad?
Sí.
Acaricié el pelo a Zayn y subió hasta mi boca, volviendo a besarla lentamente. Le quité los bóxers como pude y él me quitó toda la ropa que me quedaba. Zayn me miró.
-¿Quieres hacerlo? –dijo inseguro. Asentí y sonrió. Empezó a penetrarme lentamente, para después darme embestidas más fuertes y rápidas. Empecé a gemir de placer. Después de un tiempo así, sonó el teléfono. No quería cogerlo; así que Zayn empezó a aumentar la velocidad. Poco después, se vino en mí y se tumbó en la cama. Apoyé mi cabeza en su pecho. Pude notar los latidos de su corazón. 

CAPÍTULO 36: NO ES ARI.


Cuando me desperté me cambié de ropa, y me dirigí al salón. Allí estaban Clara y Niall.
-¿Y Zayn? –pregunté.
-Se fue. Dijo que tenía que ir a un sitio. –dijo Clara.
-Ah.. ¿OS hemos molestado? –pregunté. Clara me miró extrañada.- En la cama… -dije en voz baja, avergonzada. Niall se rió bajo.
-¡Oh! Am… no. –dijo Clara dando una palmada a Niall en el hombro. Me fui a la cocina  y allí estaba Zayn. Le miré. Tenía los ojos rojos.
-¿Qué pasa? –dije preocupada.
-Nada. –me sonrió forzadamente y se fue. Dio un golpe fuerte a la puerta. Le perseguí y él, al oírme, empezó a correr. Me paré. Imposible alcanzarle. Era fuerte, además de rápido. ¿Por qué últimamente está todo el mundo raro?
Fui a casa y entré, dando un portazo. Harry estaba en la cocina con un café en la mano. Me saludó y me dio un beso. Me aparté.
-¿Qué le pasa a Zayn? –dije enfadada.
-¡Y a mí qué me dices! –me dijo molesto.
-Está claro que le has hecho algo. Veo cómo le miras, y cómo te estás comportando desde que él está aquí. Todos estáis raros, ¿qué os pasa?
Harry me miró por un momento, serio.
-Nada. –se fue a ir pero se lo impedí. –Mejor que no lo sepas, a ver si caes en la misma gilipollez que ese capullo. –me dijo gritando, muy enfadado. Nunca había visto a Harry así. Las lágrimas empezaban a asomar de rabia.
Salí y fui al salón.
-¿Qué ha pasado? –dijo Niall abrazándome.
-¿Qué le pasa a Harry? ¿Qué le pasa a Zayn? ¿Qué os pasa? Estáis todos muy raros, Harry dice que no tengo por qué saberlo. Quiero saber qué pasa.
Niall negó con la cabeza y me soltó. Cambió de canal la televisión y se tumbó. Miré a Clara. Giró la cabeza y me miró de reojo. La agachó y fingió mandar un mensaje.
Enfadada, salí de casa. Busqué a Zayn por todo el barrio, pero no habí rastro de él. ¿Dónde podría estar este ahora?
Entré en un bar, lleno de gente. Le busqué, pero no estaba. Así busqué en otros tres bares más, hasta que le encontré en uno un poco lejos de casa, estaba él solo en una silla sentado con una cerveza.
-No sabía que bebías cerveza. –dije bajo acercándome.
-No lo hacía. –me respondió secamente.
-¡Qué te pasa conmigo! –dije abrazándole desde atrás.
-Nada. –pagó la cerveza y se la terminó rápido. Se fue y yo le seguí.
-¡ZAYN! –él seguía andando rápido. -¡Por favor, Zayn, para!
Él aceleraba el ritmo y yo no podía igualarme, pues llevaba tacones.
Me paré. Zayn era mi mejor amigo, no quería enfadarme con él por nada.
-Zayn, por favor… -dije con la voz entrecortada. -¡ZAYN!
Ni caso. Él seguía andando.
Como pude, le aceleré y me coloqué delante de él, con mi cuerpo pegado al suyo.
-¿Qué te pasa con Harry?
-¿No te lo contó?
-Dijo que era mejor no saberlo para no cometer la misma gilipollez que tú. –dijo secamente, desviando la vista.
-El amor no es una gilipollez. Lo que pasó con Ari no es una gilipollez. Es mas, no sé que tiene que ver Harry con es…
-El amor es una gilipollez si la persona de la que estás enamorado desde la primera vez que la viste, está con otro. –dijo serio, mirándome.
-Ari no…
-¡NO ES ARI! –gritó Zayn.
Me asusté y me eché hacia atrás un poco

capítulo 35: ENFADOS.


Zayn me miró extrañado y yo me encogí de hombros.
-Zayn nunca entra por la puerta. –dijo Niall soltando una carcajada.
-¡Me habías asustado! –dijo Zayn abrazando a Niall.
Zayn me miró y se puso a mi lado.
-Hacéis buena pareja. –dijo Clara mirándonos  sonriente.
Zayn me miró y se rió y yo sonreí avergonzada. Preparé la comida mientras Clara y Niall entretenían a Zayn. Cuando estaba lista, fui al salón a llamarles cuando vi a Zayn jugando con Kevin. Una sonrisa salió de mi cara. “¡Vaya! No sabía que Zayn se llevara tan bien con los bebés” pensé. “Se le ve bien con el bebé. Va a ser un padrazo”
Zayn se tumbó en el suelo cogiendo a Kevin y lanzándola en el aire. No me asusté, él era muy fuerte y tendría cuidado de que no se cayera. Luego me miró y se levantó y, cogiendo al niño en brazos, fui a la cocina. Clara me guiñó el ojo, que no supe entender qué decía; y Niall la miró y me sonrió.
-¿Qué está pasando? –dije en voz baja. Niall me oyó y se rió.
Harry vino justo a tiempo. Fui a darle un beso y me abrazó fuerte, llevándome a la cocina y besándome muy lentamente. Cuando se apartó, me sonrió y me besó la mejilla; para luego soltarme.
Nos sentamos en la mesa y comimos. Zayn se ofreció para lavar los platos, pero Harry insistió en que no hacía falta.
-Que no me importa.
-¡QUE LOS DEJES! –gritó Harry. Luego se acercó a su oído y le susurró algo que no pude entender.
-¡Harry! –dije llevándole al salón -¿A qué ha venido eso?
-A nada que te importe. –dijo serio y se sentó en el sofá con el niño-
Bufé y fui a la cocina. Zayn estaba fregando.
-Perdona a Harry, a veces se le va la cabeza. –dije tocándole el hombro.
-Ya, se ve. Tenía una razón para eso. –dijo secamente.
-¿A qué te refieres?
-A nada. –dijo y se apartó un poco para que no le tocara.
Ese gesto me llevó todo el día pensando en él. ¿A qué vino ese comportamiento? Es más, desde que vino, todos se han comportado diferente. Fui al sofá y Harry no me habló. Luego vino Niall, Clara y Zayn y se sentaron en algún hueco a ver la televisión. Harry de repente me giró la cabeza y me empezó a besar. Me abrazó por la cintura y me pegaba más a él. Luego se levantó y me cogió de la mano. Me llevó a la habitación y empezó a besarme más rápido. Cerró la puerta y me empezó a quitar la ropa. Le levanté la camiseta y se terminó de quitar él. Me tumbó en la cama y me empezó a besar el cuello, terminando de desnudarme. Le quité la ropa como pude y luego me empezó a besar en los labios. Me empezó a penetrar lentamente, cada vez aumentaba la rapidez. Intentaba contener los gemidos, pero me era casi imposible. No quería que nos oyeran.
-No lo contengas. –dijo Harry.
Negué con la cabeza y empezó a dar embestidas cada vez más fuertes y rápidas. Me agarré a su espalda, clavándole las uñas para no gritar. Pensé que no iba a aguantar más. Y no lo hice. Empecé a gemir cuando llegamos al orgasmo los dos a la vez.
Se separó de mí y me abrazó. Estuvimos un rato así hasta que nos quedamos dormidos. 

CAPÍTULO 34: ¿dónde está el verdadero Zayn?


Le conté todo lo ocurrido con Tom, y se puso como una furia.
-Cuando le vea, le mato, en serio… -me dijo enfadado.
Intenté calmarle, y al final, le preparé el desayuno. Nos sentamos a comer juntos, y más tarde se despertó Harry.
Me dio un beso en los labios y miró a Zayn extrañado.
-¿Sabes que hay puertas en las casas? –dijo adormilado.
-lo sé, pero no quería despertaros. –dijo Zayn sonriéndome.
-¡Claro! Nada mejor que entrar por el jardín y asustarme. –dije irónica.
Harry se miró con cara de asesino y se preparó el desayuno. Me levanté y le abracé por detrás.
-Si sabes que te amo… -dije cariñosamente.
-¿Y a mí no? –me giré y Zayn estaba poniendo cara de cachorrito.
-Tú… oye, ¿y Ari? –pregunté.
-Em… esto…. –dijo y bajó la mirada. –Lo dejamos cuando os fuisteis.
-¡Oh! Lo siento. – le di un beso en la mejilla. Al fin y al cabo, era como mi hermano.  -¿Por qué?
-Quería a otra y siempre estaba pensando en ella, no me concentraba en Ari. Pensé que era lo mejor para los dos. –reconoció.
-¿Y quién es esa, si se puede saber? –pregunté curiosa.
-No la conoces, algún día te la presentaré. Aunque será difícil. –dijo sonriendo.
-Vale.. –dije extrañada.
Por la mañana fuimos al parque a dar una vuelta con Kevin. Zayn se vino con nosotros.
-¿Y Niall sigue con Clara?
-Sí, ayer se fueron de fiesta; así que hoy se despertarán tarde. –respondí a Zayn.
-No tienen un hijo, así que no se pueden preocupar. –dijo Harry bromeando. –Aunque todavía no saben lo que es tener un hijo y quererle como le quiero yo. –le miré seria. –Y tú. –terminó dándome un beso.
Zayn sonrió y giró la cabeza. Harry se encontró con unos amigos.
-Cielo, me voy a tomar algo con ellos, llegaré a casa sobre la hora de comer. –me djio. Asentí y me fui con Zayn a pasear.
-¿Qué tal con Harry? –preguntó, sin más.
-Pues genial, ¿por qué?
-Nada… -bajó la cabeza triste.
-Es por Ari, ¿no? –pregunté apenada. Él pensó un poco y luego lo reconoció.
-Sí, es por ella. –me sonrió y  me dio la mano. Miré su brazo y estaba lleno de tatuajes.
-¡Cuántos tatuajes! –dije riendo.
-Sí, ¿te gustan?-me levantó el brazo para que lo tocara.
-Sí, están bien. –reí y nos fuimos a casa.
Cuando entramos, Clara vio a Zayn e inmediatamente le abrazó; pero Niall se quedó enfrente suya con la boca abierta.
-Tú no eres Zayn, ¿dónde está el verdadero Zayn? 

jueves, 14 de marzo de 2013

CAPÍTULO 33: ¡Zayn!


Cuando me desperté, los demás estaban cenando. ¿Las nueve? ¡Qué tarde era!
-¡Dormilona! –me dijo Harry levantándose y abrazándome. Me reí y me serví un poco de cena. Clara y Niall terminaron antes y se prepararon porque iban a una fiesta; y volverían de madrugada. Clara prometió no beber para controlar a Niall, ya que si viene borracho a casa, despertará al niño, y si el bebé empieza a llorar, despertará a todo el mundo.
Mientras cenaba, Harry se sentó conmigo y me contó la película que acababa de ver.
Entonces, mi móvil sonó (con la melodía de The A Team, de Ed Sheeran) y lo cogí.
Era mi madre, me preguntó que qué tal y demás, me inventé una historia para no contarle que casi pierdo mi hijo dos veces.
Cuando colgué Harry se rió.
-No podía decirle lo de Tom. –dije sonriendo.
-No es por eso. –dejó de reír. –No sabía que te gustase Ed SHeeran.
-Es mi ídolo. Le amo. –me reí. Harry sonrió.
-Iba antes a mi escuela, somos buenos amigos. –reconoció.
-¿En serio? –dije impresionada.
-Sí, cuando quieras, puedes conocerle. Me dijo que acaba de escribir una canción que se llama “Little Things”. Aunque si sigues diciendo que le amas, no le conocerás en la vida. –me dijo desafiante.
-Vale, vale… -me reí, haciéndome la ofendida.
Nos fuimos a acostar. Esa noche dormí bien, sabiendo que Kevin estaba con nosotros. Harry durmió abrazado a mí, y todavía no ha perdido la costumbre de dormir desnudo.
*A LA MAÑANA SIGUIENTE*
Me desperté y vi que Harry y Kevin estaban dormidos. Fui al baño a lavarme la cara y luego salí al jardín a que me diera el aire, antes de desayunar. Estaba mirando la calle cuando siento que alguien me abrazaba por detrás.
-Harry.. –dije y le cogí de las manos, abrazándome más fuerte.
El hombre se rió.
-No soy Harry… ¿Tanto hace que no nos vemos que incluso te has olvidado de mí? Te eché mucho de menos. –me dijo dulcemente.
-¿Quién eres? –pregunté asustada. Me di la vuelta y le vi. ¡Qué tonta! ¿Cómo no me pude haber dado cuenta? Esos ojos marrones, ese pelo, estaba igual que la última vez que le vi, aunque esta vez se tiñó una mecha amarilla.
-¡ZAYN! –dije y le abracé fuerte.  -¿Qué tal todo?
-Bien, ¿y tú? –me dijo dándome un beso en la mejilla.
-Bien… Veo que no pierdes la costumbre de entrar sin avisar.. jaja –me reí y él también.

CAPÍTULO 32: Otra vez no..


“¡¿Kevin?!” pensé horrorizada.
Salí corriendo de la entrada para ir a su habitación. No estaba. Llamé a Clara. Entré en su habitación sin avisar y vi a Niall y a Clara desnudos en la cama, durmiendo.
-¿¡ Y KEVIN!? –grité desesperada.
Niall se levantó de un salto y miró por la habitación. Salió de la cama, aún desnudo y empezó a recorrerla mirando en todas las habitaciones, mientras Clara intentaba consolarme. No estaba por ningún lado.
-Otra vez no… no puede ser… no otra vez. –me repetía una y otra vez mientras recorría la casa mirando una y otra vez todas las habitaciones.
De repente me acordé: Harry… ¿Dónde se había metido este ahora?
Salí de casa y corrí por toda la manzana esperando ver algún rastro de Harry. Pero no.
Me paré. Estaba cansada. De correr, de buscar, de estar siempre pendiente de Tom, de no poder mi propia vida…
Ahora lo entendía: todo era una trampa. Sarah estaba bien, estaba perfectamente. Tom nos entretuvo a Harry y a mí mientras la guarra de Sarah entraba por una ventana y se llevaba a mi hijo, a lo que más quería.
Por fin le vi. Con el bebé en brazos, y la mejilla morada. La camiseta estaba sucia y parecía que acababa de salir de la guerra. Me vio y me sonrió como pudo. Tenía una herida en el labio también.
Me acerqué corriendo y le abracé.
-Está bien. Era una trampa. Va a ser la última vez, te lo prometo. –me susurró.
-¡Harry! ¡____! ¿Estáis bien? ¿Ese es Kevin? –dijo Clara corriendo hacia nosotros. Niall cogió al bebé y se lo llevó a casa, con Clara. Harry y yo les seguimos.
-Hice un trato con Tom y Sarah. No me casaba contigo si me devolvían al bebé. –dijo. Le miré sorprendida.
-¿QUÉ? –pregunté frustrada.
-Era broma, mi amor. –me  dio un beso – te prometo que no volverá a meterse en nuestra vida. Nunca. –me dijo parándose.
-¿Cómo estás seguro? –dije firme.
-Confía en mí. –no dije nada. Solo pensé. –Confía en mí como si nada hubiera pasado, sabes que siempre he estado a tu lado y que cuando menos te lo esperabas, llegué. Igual que pasó aquella vez en la que se lo dijiste a mi madre, que me llevó lejos de ti. –sonreí.
-Es probablemente de lo que más me arrepiento en la vida. –reconocí.
-Ya. Pero ¿sabes? Cuanto más tarda el momento, cuanto más esperado sea; mejor. –me abrazó fuerte. Me cayó una lágrima por la mejilla.
-Te quiero. –le dije abrazándole más fuerte.
-Yo más, cielo. –me dio un beso y me agarró fuerte de la mano. Fuimos a casa.
**
-El bebé está durmiendo. –dijo Clara nada más entrar nosotros. Asentí y sonreí.
-Quiero verlo. –fui yo sola a la habitación y le vi, en la cuna. Todavía era tan pequeño, tan indefenso… Me senté en la cama al lado suya y le acuné.
-No puedo creer que casi te pierda. –le susurré. –Lo he pasado mal. Lo siento si soy una mala madre, discúlpame. Pero ese tío me hace la vida imposible; quiere llevarte con él, y le conozco bien. Si lo hace, no te devolverá hasta que no cumplas los 15. Y seguramente tú no te creas que sea tu verdadera madre. Te habría contado tantas historias malas sobre mí, te habría tratado tan mal… -tenía los ojos humedecidos. –Prometo ser mejor madre. Soy demasiado joven, así que todo esto es difícil para mí. Sé que eres demasiado pequeño para entenderme, incluso para oírme, pero… espero que algún día te pueda contar toda esta historia y no me llegues a odiar por cuidarte tan mal y no estar pendiente de ti. –me acerqué más a él. Le acaricié el poco pelo que tenía y le di un beso.  Salí de la habitación y al otro lado de la puerta vi a Harry.
-No eres una mala madre, eres la mejor que hay. –me dijo, y me empujó hacia él, dándome un beso en los labios.
-Gracias. –dije abrazándole.
-No se dan, cielo. –me dio un beso en el pelo y fui a echarme la siesta. 

miércoles, 13 de marzo de 2013

CAPÍTULO 31:¡¿Kevin?!


-¿Qué haces aquí, guarra? –gritó Harry enfadado.
-Clara me dijo que ibais a estar aquí. –dijo pijamente.
-Imposible. –intervine desafiante.
-¿Por qué? ¿la doy miedo?
-La das asco. –dije acercándome a ella pero Harry me cogió de la cintura y me abrazó. Me dio besos por toda la cara.
-Te amo ____. –dijo dulcemente.
-Y yo. –me di la vuelta y le besé. Después de un rato en el que me olvidé de que Sara estaba ahí, me di la vuelta. NO vi nada.
-Ella me sigue queriendo. Me ama. Suele llorar por las noches porque sabe que no la quiero, que estoy con otra. Y que voy a pasar el resto de mi vida con ella. –me dijo Harry.
-Tenemos 17 años, todavía queda mucho por delan… -no pude seguir. Mi corazón dejó de latir y me salían lágrimas de los ojos. No podía ser… Mi rostro formaba una expresión de asombro, de amor, de no saber nada de lo que está pasando. Aunque en el fondo lo sabía todo…
Harry, mi novio; sacaba lentamente de su bolsillo de la chaqueta una cajita roja pequeña. Me miró y sonrió, aunque sus ojos mostraban un poco de miedo. Se fue agachando lentamente y abrió la cajita. No podía ser verdad lo que veía… Un anillo precioso con un pequeño diamante en el centro, metido en una esponjita lila, mi color favorito… Me miró y me sonrió.
-______, ¿quieres casarte conmigo? –preguntó Harry con ojos brillantes.
Me sentía como en otro mundo, nunca pensé que pasaría esto; que en serio iba a ser así. Muchas veces he soñado con este momento pero… ¿acaso pensé que se iba a hacer realidad? Noté la lágrima caer al fin por mi mejilla.
-Contesta, por favor. –pidió Harry.
-Pero no sé cocinar, ni tengo trabajo, tampoco sé planchar, ni utilizar la lavadora, yo…
-Quiero que seas mi mujer, no mi esclava. Por favor, contesta. –dijo asustado.
-Harry… yo… -no podía decir esa palabra. Mi corazón pedía a gritos que la dijera, y mi mente dudaba, pero mi boca no reaccionaba. –Sí…
Nada más decir esa palabra, Harry se levantó rápido y me abrazó, besándome. Le agarré del cuello y luego me levantó, dándome vueltas por el aire. Noté su mejilla húmeda, no sabía si esas lágrimas eran mías o suyas. Me separé y le vi con esos ojos verdes de los que me enamoré una vez, y de los que cada día miro y pienso: “¿por qué no le conocí antes?”
-Te amo. –me dijo dándome un pequeño beso en los labios.
-Y yo. –le besé otra vez.
***
Llamaron a la puerta y fui a abrirla.
-¡Felicidades! –me dijo Niall.
-¡Niall! Se supone que no sabíamos nada. –le regañó. Niall bajó la vista, luego la subió poniendo cara de cachorrito.
-¿Ya lo sabíais? –pregunté extrañada.
-Sí, por eso les eché de casa. –dijo Harry por detrás riéndose.
Sonreí y le di un beso.
-Me alegro por los dos. –dijo Clara.
-Ahora es cuando se dice: que duréis; pero es que ya duraréis toda la vida. –dijo Niall riéndose. Ninguno de los demás se rió.
-Ahora es cuando Niall suelta: tengo hambre. –dije riéndome, pero esta vez nadie se rió tampoco. -¡Reíros! No me dejéis sola. –dije fingiendo enfado y todos se rieron.
Preparé una comida ligera, ya que no me apetecía cocinar, y nos sentamos los cinco  a comer. Harry daba de comer a Kevin. Me encantaba cuando se ponía a jugar con la comida y Kevin se enfadaba.
Cuando terminamos, Clara y Niall se fueron a “dormir” y Harry y yo nos tumbamos en el sofá a ver la televisión.
Llamaron a la puerta y fue Harry.
-Harry… -oí una voz familiar.
“¡¿Tom!?” pensé. Fui hasta la puerta y le vi llorar.
-Sarah… se ha suicidado. Porque no la quieres. –dijo llorando, abrazando a Harry. Todo me resultó extraño. Conocía a Tom desde hace mucho tiempo, y eso nunca lo hace. Le miré seria, con una mirada asesina, y él me miró. Puso cara de pena, pero luego fue cambiando hasta una sonrisa malvada. Sus ojos expresaban venganza.
“¡¿Kevin?!” pensé horrorizada.

martes, 12 de marzo de 2013

CAPÍTULO 30: Ella.


-¿Cómo que una semana para él? –dije perpleja.
-Ya sabes… una semana viviendo con él, durmiendo con él, bebiendo con él, trabajando con él, durmiendo con él… -esto último lo dijo en bajito con los ojos cerrados.
-¿Qué? –dije enfadada.
-Cariño… -vino Harry y me dio un beso.
-¿Qué has dicho? Has dicho que no; ¿verdad?
-He dicho que haga lo que quiera conmigo, pero que a ti te deje en paz. –me dijo abrazándome.
-¿Y qué piensa hacer contigo?-pregunté asustada.
-Aún no lo sé. –me dijo dándome otro beso.
Clara y Niall fueron a jugar con el niño, quien empezó a llorar.
-No quiero que te haga nada.. –dije con lágrimas que estaban a punto de caer.
-No lo harán.
-Es que  no lo entiendo. Harry, no termino de entenderlo. ¿No tuvo bastante la otra vez con separarnos? ¿Acaso no se quedó a gusto jodiéndome la vida? ¿Sabes? Antes de conocerte no era nada, hasta que vino él a mi vida. Entonces pasé de no ser nada a ser una mierda. Todavía recuerdo cómo me trataba. Me ha dejado muchas huellas, demasiadas. No físicamente, pero sí mental y sentimentalmente. Me trató como a una mierda en vez de cómo a una mujer. Me odiaba, me obligaba a quererle, pero ¿sabes? No tenía por qué obligarme, porque yo le seguía queriendo. Un día me enteré de su lío con otras chicas. Le planté cara y le dejé; él empezó a llorar, cogió depresión. Me dejó confusa. ¿Acaso me quería después de todo? Pues bien, otra vez me sentí como una mierda. Luego llegaste tú, todo cambió. ¿Y ahora qué? ¿Otra vez la misma historia? ¿me obligará a quererle, o acaso me hará sentirme otra vez como una mierda? ¿Por qué todo lo malo me pasa a mí? No lo entiendo. Me alegraría que se muriera, pero tarde o temprano, lo hará. Rezaré por que sea pronto; no le soporto más… -no pude continuar. Me desahogué con la única persona que me entiende; saqué todo lo que años anteriores había escondido. Me acurruqué en su hombro y empecé a llorar.
-Te amo. –me dijo Harry. Noté una lágrima caer, era de Harry.
-Y yo. –le besé y oímos a Kevin reír.
-Ahora es cuando tú sonríes, y  me enamoras. –me dijo Harry.
Sonreí y le abracé.
*AL DÍA SIGUIENTE*
Salí a comprar el pan y me encontré con Tom.
-¡Tom!-le grité. Se giró y me sonrió. -¿Todavía no te has cansado de arruinarme la vida? ¿Acaso no has tenido suficiente estos años o qué te pasa? Veo que te diviertes amargándome la vida. –le dije furiosa.
-Sí. Me encanta verte enfadada. Eres preciosa cuando te enfadas. Además, tus ojos son más verdes cuando lloras. –me guiñó el ojo y se fue.
Enfadada, decidí volver a casa. Para tranquilizarme, escuché The A Team, mi canción favorita, de Ed Sheeran. Sin darme cuenta, me pasé de casa y retrocedí un poco. Sin saber lo que me esperaba.
AL cruzar el paso de cebra, un coche venía rapidísimo y no sé cómo, pude esquivarlo. Oí cómo las ruedas chirriaban para frenar y lo hizo en seco. Casi me atropellaban; es más, casi me mataron.
Fui a ver quién estaba de piloto, y era un hombre de color muy oscura, con ojos azules, (lentillas) y de copiloto…
Se me paró el corazón en seco. ¿Por qué? ¿Por qué a mí? ¿Acaso nací para que estos dos me jodieran la vida? Me sonrió y dio un beso al piloto.
-Hola ____, ¡cuánto tiempo! –me dijo con una sonrisa de asco.
-Sarah. –dije secamente. Ella rió e hizo un gesto para que el piloto arrancase el coche.
Fui a casa corriendo y cuando llegué vi a Harry en la puerta, apoyado esperándome con una sonrisa en la cara. Tenía la blusa desabrochada y los rizos revueltos.
-Hola, cielo. –me dijo y me besó. Me cogió, de manera que entrelacé las piernas en su torso y me llevó a la habitación. El beso seguía y con un movimiento rápido, me tumbó en la cama, quedando él encima mía. Me acariciaba todo el cuerpo.
-¿Y Kevin? –dije sin apartar la boca de la suya casi.
-No está. Está con Clara y Niall. –me siguió besando y sonreí. Aprovechó para levantarme un poco y quitarme la camiseta. Me acarició toda la espalda y luego me desabrochó el sujetador.
Pensé en pararle y decirle lo de Sarah, pero pensé que podía ser más tarde.
Cuando le fui a desabrochar el pantalón, llamaron al timbre. Quise apartar a Harry pero no me dejó.
-Puede esperar.- me dijo, guiñándome un ojo. Sonreí  y siguió. Terminé de quitarle los pantalones.
Oí un ruido casi imperceptible, y obligué a Harry a parar. De repente, la puerta se abrió.
-¿Os corto el rollo? –dijo con voz pija y cara de asco.
-Sarah… -dijo Harry enfadado.

sábado, 9 de marzo de 2013

CAPÍTULO 29: Un acuerdo.


Abrí los ojos y lo primero que vi fueron unos ojos verdes. Esos ojos verdes que me mataron desde el primer día: los de Harry. Me quedé un buen rato mirándolos y luego me acordé de la noche anterior. Me levanté de un salto y Harry también.
-_____, lo siento. –pasé de él. - ¡¡______!! –me gritó.
Me giré malhumorada y me acerqué a él desafiante.
-¿QUÉ? –le miré a los ojos y vi cómo, poco a poco, se iban humedeciendo hasta caer una gota sobre su mejilla.
-¿Qué harías si a tu hijo le fueran a matar enfrente de tus ojos, recordándotelo toda la vida, sin tener la oportunidad de olvidarlo? ¿Harías lo que yo hice? Imagínatelo por un momento. Imagina que por un momento la vida de tu hijo, de lo que más quieres, dependiera de un movimiento que hiciera. –no hable. Solo le miré seria. –Gracias a esas putas nuestro hijo está vivo. Y créeme que no tocaría a una sola mujer más que a ti, ¿de acuerdo? –me cogió de las manos y me las apretó. Me besó una mano y luego la mejilla.
-Lo siento. –dije abrazándole. –No te dejé que me lo explicaras…
-Te amo. –dijo besándome.
-Y yo. –sonreí y Harry repitió el acto; esta vez cogiéndome como una princesa y llevándome al salón, donde estaba el desayuno preparado.
Desayunamos juntos y luego salimos a dar una vuelta con Kevin.
Harry llevaba el carro y yo iba abrazando su brazo; de vez en cuando me daba un beso en la mejilla y giraba la cabeza para dármelo en los labios.
Al llegar a casa, oí a Clara discutir con Niall. Me quedé en la puerta escuchando, pero Niall salió llorando. Harry y Niall se fueron a no sé dónde y yo entré en la habitación de Clara.
-¿Puedo pasar? –dije dulcemente.
-¡No! _____, sabías lo que hizo ayer, déjame en paz. –me dijo boca abajo abrazando la almohada.
-¡Yo no sabía nada! Sabía lo de Harry. –me  defendí.
-Da igual. Vete. –salí y preparé la comida para los cuatro. Kevin estaba llorando otra vez, y le cogí en brazos para calmarle. En esos momentos  solo me preocupaba Tom. Otra vez él. ¿Por qué otra vez? ¿No tuvo bastante? Después de la tormenta sale el sol; y después de la noche viene el día. Pero parece que en mi vida solo está lloviendo por la noche.
Cuando el niño se durmió, Clara entró a la cocina y se disculpó.
-Estaba muy alterada, lo siento. No tenías la culpa de nada, y es verdad que no sabías nada de lo de Niall, solo de Harry. Lo siento, en serio, lo siento, -la abracé y me ayudó a preparar unos tacos. La comida favorita de Harry.
-¡Qué bien huele! –dijo Harry entrando por la puerta. Me dio un beso. -¿Eres tú la que huele tan bien? –me dijo sonriendo.
Me reí y le besé.
Me aparté y Harry se giró para ver a los otros dos.
-Lo siento… -dijo Niall, pero Clara le interrumpió con un beso. Un beso que se fue intensificando hasta acabar Niall cogiendo a Clara llevándosela a la habitación.
-¿Has visto eso? –dijo Harry preocupado.
-Nosotros hicimos lo mismo, solo que ellos tienen precaución. Además, es lo que las parejas hacen.
-No, no, no. –me cogió de la cintura. –Niall nunca rechaza la hora de comer.
Solté una carcajada y nos sentamos a comer. Para dejarles intimidad a Niall y a Clara; dejamos la comida en la cocina y nos tumbamos en el sofá. Oímos ruidos, así que decidimos poner la tele. Harry me abrazó y terminamos los dos dormidos.
-¿¡HARRY!? –oí gritar a Clara.
-¿Qué pasa? –preguntó abriendo los ojos y levantándose.
-Ha venido Tom. Niall ha bajado a hablar con él. –dijo asustada.
Harry fue a salir por la puerta pero le detuve.
-No quiero pasar otro día entero sin saber nada de ti. Tú te quedas. –dije.
-¿Quieres poner a salvo a tu hijo? –me preguntó Harry. –Te amo. –me besó y se fue.
-Dijo que quería hacer un acuerdo. –me dijo Clara.
-¿Qué acuerdo? –pregunté. Ella se encogió de hombros pero su mirada me decía que lo sabía.
-Clara, lo sabes. Dímelo.
-NO lo sé.
-Sí lo sabes, Clara.
-No…
-¡CLARA! DÍMELO. –grité desesperada.
-Te quiere una semana para él. –dijo susurrando con la cabeza agachada.