domingo, 24 de febrero de 2013

CAPÍTULO 25: Hola, Kevin.

*MESES DESPUÉS*
-Buenas noches. -le di un beso a Harry y me fui a la cama.

Me quedé dormida un rato hasta que oí a Harry acostarse. 
-Queda poco para que esa cuna esté ocupada. -dijo señalando la cuna que estaba al lado de la cama, me giré y sonreí. Le volví a mirar y le di un beso de buenas noches. 
Había veces en las que me despertaba y me encontraba empapada de sudor por una pesadilla. últimamente las pesadillas eran peores: abortos, pérdida de mi hijo, ruptura con Harry... dicen que es normal cuando estás embarazada tener pesadillas, espero que se fueran pronto. 
Me desperté de pronto de golpe y noté que mi ropa interior estaba mojada. Por un momento creí que me había meado encima, pero me vino un dolor insoportable en la tripa y empecé a gemir. Harry se despertó de golpe y me miró asustado. 
-¿Ya? -asentí como pude y llamó a mi madre mientras me cambiaba y mi madre vino corriendo medio vistiéndose.
-Vamos al hospital. -Harry asintió y se puso unos pantalones de chándal y una chaqueta, y me ayudó a bajar  las escaleras.
Ya en el coche, me senté y empecé a notar un fuerte dolor que venía otra vez. Harry me miraba de vez en cuando preocupado y mi madre me ayudaba a tranquilizarme. El viaje se me hizo eterno, pero cuando llegamos las enfermeras no tardaron mucho en cogerme. Me llevaron a una sala y me tumbé en la camilla. Estuve un buen rato recibiendo fuertes contracciones, y por fin me pusieron la epidural. Costó mucho porque mi madre no quería que me la pusieran. Cuando oí decirlo, me puse histérica.
-¿¡Cómo que no!? Me muero de dolor! Enfermera, por favor, póngamela. -pedía a la enfermera. Miraba a Harry y estaba preocupadísimo, me sujetaba la mano y me la apretaba fuerte.
Cuando me pusieron la inyección el dolor no era tan fuerte, pero todavía quedaba algo. 
-Hora de empujar. -dijo un enfermero poniéndose los guantes. Asentí y Harry me dio la mano. 
Estuve un buen rato empujando hasta que por fin salió. 
Los enfermeros le revisaron un poco . 
Harry fue el primero que lo cogió. Le miré con ojos llorosos, estaba tan dulce cogiendo a su hijo...
-Hola, Kevin. -dijo.
Luego lo cogió mi madre y al final yo lo sujeté. 
-Es precioso. -dije. 
-Como su madre. -me dijo Harry dándome un beso en la frente. -Lo has hecho muy bien. 

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