Llegamos a casa y Harry fue
al dormitorio, dando un portazo. Me quedé en la puerta intentando escuchar lo
que hacía pero no se oía nada. Entré y vi a Harry sentando en la cama mirando
un zapato, pensativo.
Me acerqué a él y agachó más
la cabeza. Le empecé a acariciar el pelo. Al rato, me cogió de las piernas y me
acercó más a él. Me las empezó a acariciar y a dar pequeños besos. Le abracé y
él me cogió fuerte de las piernas. Se levantó y me cogió de la cintura. Juntó
nuestras frentes.
-No lo vuelvas a hacer. –dijo
secamente.
-¿Estás enfadado?
-Sí.
-Lo siento… -dije.
-Prométemelo.
-Te lo prometo, Harry. Te
amo. –levantó la cabeza y me miró. Asintió y me empezó a besar muy lentamente.
Se apartó rápido.
-¿Ya no me quieres?
-Dicen que si besas a una
persona se te queda su saliva en tu boca durante 3 semanas. No quiero comerme
las babas de Zayn. –dijo y se fue.
Era obvio que estaba
enfadadísimo. Me cambié de ropa y me duché. Al salir, entró Harry con una
toalla enrollada. Salí y busqué una toalla. Harry me tiró la suya y se metió en
la ducha. Cerró la puerta, creí que con intención de que no le viera, pero esta
era transparente, así que no lo consiguió. Abrí lentamente la puerta de la
ducha y le abracé por detrás.
-así no me puedo duchar bien.
–dijo y se sacudió para que le soltara. Me puse cara a cara con él y le miré a
los ojos. Él cerró el grifo y se dio la vuelta para echarse champú.
Me quedé petrificada por ese
comportamiento. Le acaricié la espalda y él se dio la vuelta y abrió el grifo.
Le acaricié ahora el abdomen mientras se aclaraba el pelo y él luego volvió a
cerrar el grifo. Me miró enfadado.
-¿Es que no lo has entendido?
¡No quiero bañarme contigo! Tampoco quiero que me toques, ni que me mires. No
te quiero ver. ¿VALE? –gritó esta última palabra. Por primera vez, Harry me
asustó. Sí. Tenía miedo de mi propio novio. Me sentí indefensa ahí. Tenía miedo
a que me pegara. Salí de la ducha intentando contener las lágrimas, cogí la
toalla, me tapé y fui a la habitación. Me vestí deprisa y salí a la calle con
el pelo todavía mojado. Empecé a llorar y cogí el coche de Harry. Me dirigí a
casa de Zayn. Había alguna posibilidad de que estuviera en su casa, haciendo
las maletas o algo.
Llamé al timbre del
apartamento.
-¿Sí? ---oí a Zayn.
-Abre, por favor.. –dije con
la voz entrecortada.
Oí la puerta abrirse y subí
un escalón, pero me dejé caer. Empecé a llorar desconsoladamente, tirada en las
escaleras. Ya no podía más. Harry era lo único que tenía. Lo único. Oí bajar
las escaleras, así que me tapé la cara mientras seguía llorando.
-¿_____?-oí.
-¿Clara? –dije levantando la
cabeza.
-Chts…. –dijo tapándome la
boca. –He venido a hablar con Zayn. Antes de irse, quiere devolverte a tu hijo.
Tenemos un plan. Cuando Zayn coja el coche para irse, te dará el bebé. –dicho
esto, salió corriendo.
Vi a Zayn en las escaleras.
Estaba sentado mirándome.
Nuestras miradas se juntaron.
-No puedo más. –dije. –Me
quitan a mi hijo, odio a mejor amiga, te quiero
y te vas, Harry me odia, le tengo miedo…
-¿Cómo que le tienes miedo?
-No lo sé. Me ha gritado y
creía que me iba a pegar. Por un momento pensé que me odiaba tanto por besarte
que me iba a pegar. Le amo pero le tengo miedo…
-Se le pasará. Harry es así.
Si sabe que te he besado, normal que
esté así. Ponte en su situación.
Asentí y Zayn me llevó a su
puerta. Entré a casa y oí a Perrie hablar.
-¿Está Perrie?
-No. Es la radio.
-¿Es famosa? –pregunté.
-Más o menos. Trabaja en un
programa de radio.
-Ah.. –me llevó a su
habitación para dejar mi chaqueta y al ver la cama recordé cuando me acosté con
él…
-No te vayas, por favor.
–dije.
Él desvió su mirada de mí.
Se oyó el timbre y Zayn fue a
abrir la puerta. No habían llamado al portal, ¿quién sería?
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