jueves, 18 de abril de 2013

CAPÍTULO 48: Casa de Zayn


Llegamos a casa y Harry fue al dormitorio, dando un portazo. Me quedé en la puerta intentando escuchar lo que hacía pero no se oía nada. Entré y vi a Harry sentando en la cama mirando un zapato, pensativo.
Me acerqué a él y agachó más la cabeza. Le empecé a acariciar el pelo. Al rato, me cogió de las piernas y me acercó más a él. Me las empezó a acariciar y a dar pequeños besos. Le abracé y él me cogió fuerte de las piernas. Se levantó y me cogió de la cintura. Juntó nuestras frentes.
-No lo vuelvas a hacer. –dijo secamente.
-¿Estás enfadado?
-Sí.
-Lo siento… -dije.
-Prométemelo.
-Te lo prometo, Harry. Te amo. –levantó la cabeza y me miró. Asintió y me empezó a besar muy lentamente. Se apartó rápido.
-¿Ya no me quieres?
-Dicen que si besas a una persona se te queda su saliva en tu boca durante 3 semanas. No quiero comerme las babas de Zayn. –dijo y se fue.
Era obvio que estaba enfadadísimo. Me cambié de ropa y me duché. Al salir, entró Harry con una toalla enrollada. Salí y busqué una toalla. Harry me tiró la suya y se metió en la ducha. Cerró la puerta, creí que con intención de que no le viera, pero esta era transparente, así que no lo consiguió. Abrí lentamente la puerta de la ducha y le abracé por detrás.
-así no me puedo duchar bien. –dijo y se sacudió para que le soltara. Me puse cara a cara con él y le miré a los ojos. Él cerró el grifo y se dio la vuelta para echarse champú.
Me quedé petrificada por ese comportamiento. Le acaricié la espalda y él se dio la vuelta y abrió el grifo. Le acaricié ahora el abdomen mientras se aclaraba el pelo y él luego volvió a cerrar el grifo. Me miró enfadado.
-¿Es que no lo has entendido? ¡No quiero bañarme contigo! Tampoco quiero que me toques, ni que me mires. No te quiero ver. ¿VALE? –gritó esta última palabra. Por primera vez, Harry me asustó. Sí. Tenía miedo de mi propio novio. Me sentí indefensa ahí. Tenía miedo a que me pegara. Salí de la ducha intentando contener las lágrimas, cogí la toalla, me tapé y fui a la habitación. Me vestí deprisa y salí a la calle con el pelo todavía mojado. Empecé a llorar y cogí el coche de Harry. Me dirigí a casa de Zayn. Había alguna posibilidad de que estuviera en su casa, haciendo las maletas o algo.
Llamé al timbre del apartamento.
-¿Sí? ---oí a Zayn.
-Abre, por favor.. –dije con la voz entrecortada.
Oí la puerta abrirse y subí un escalón, pero me dejé caer. Empecé a llorar desconsoladamente, tirada en las escaleras. Ya no podía más. Harry era lo único que tenía. Lo único. Oí bajar las escaleras, así que me tapé la cara mientras seguía llorando.
-¿_____?-oí.
-¿Clara? –dije levantando la cabeza.
-Chts…. –dijo tapándome la boca. –He venido a hablar con Zayn. Antes de irse, quiere devolverte a tu hijo. Tenemos un plan. Cuando Zayn coja el coche para irse, te dará el bebé. –dicho esto, salió corriendo.
Vi a Zayn en las escaleras. Estaba sentado mirándome.
Nuestras miradas se juntaron.
-No puedo más. –dije. –Me quitan a mi hijo, odio a mejor amiga, te quiero  y te vas, Harry me odia, le tengo miedo…
-¿Cómo que le tienes miedo?
-No lo sé. Me ha gritado y creía que me iba a pegar. Por un momento pensé que me odiaba tanto por besarte que me iba a pegar. Le amo pero le tengo miedo…
-Se le pasará. Harry es así. Si sabe que  te he besado, normal que esté así. Ponte en su situación.
Asentí y Zayn me llevó a su puerta. Entré a casa y oí a Perrie hablar.
-¿Está Perrie?
-No. Es la radio.
-¿Es famosa? –pregunté.
-Más o menos. Trabaja en un programa de radio.
-Ah.. –me llevó a su habitación para dejar mi chaqueta y al ver la cama recordé cuando me acosté con él…
-No te vayas, por favor. –dije.
Él desvió su mirada de mí.
Se oyó el timbre y Zayn fue a abrir la puerta. No habían llamado al portal, ¿quién sería?

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