Zayn vino al rato con un café
en la mano y un peluche en la otra. Me lo dio y Harry le sonrió. Abracé el
peluche y me recordó a Kevin.
-Supongo que tu madre te
dejará verle algún día, ¿no? –dijo Zayn. Negué con la cabeza y se me ocurrió
una idea brillante.
-¡Róbaselo! –pedí a Zayn.
-Sí. Hazlo, por favor. –rogó
Harry.
Zayn negó con la cabeza.
Zayn negó con la cabeza.
-¿Sabes dónde podría acabar
si me pillan? –preguntó Zayn.
-Es verdad. ¿En qué estaba
pensando? –dije, aunque en realidad no creía eso…
-Bueno.. –dijo Harry poco
convencido. Sonó su teléfono. -¡NIALL! –dijo y salió a la terraza a hablar, ya
que dentro no había mucha cobertura.
Otro plan se me pasó por la
cabeza…
Me levanté y miré a Zayn a
los ojos. Le acaricié la mejilla y él cerró los ojos. Quitó mi mano de golpe.
-No hagas nada conmigo de lo
que te puedas arrepentir. –dijo.
Me acerqué más y Zayn se
incomodó, empezó a mirar si venía Harry y se puso nervioso. Le besé la mejilla
y me tumbé. Mi plan no funcionó, pero no pensaba rendirme. Harry entró:
-Niall está en casa de su
madre, parece ser que su abuelo tiene cáncer o algo así, y dice que se ha ido a
Irlanda. Estamos en Londres, mañana si quieres, podemos ir a verle.
-¡Vale! –dije. -¿Se viene
Zayn? –le miré. Se encogió de brazos, pero luego aceptó.
Estuvimos hablando un rato
hasta que Zayn ya se fue. Cuando cerramos la puerta miré a Harry y le abracé.
-Necesito que Zayn lo haga.
Que le quite mi hijo a mi madre. –dije.
-Y yo. –contestó extrañado.
-¿Qué piensas hacer?
-Está enamorado de mí, si le
doy lo que quiere quizás acepte.
-Eso es aprovecharse de él.
–reflexioné un poco y me di cuenta de que le podría hacer mucho daño.
-Iré yo. –dije.
-No, no quiero que lo hagas.
Déjale un tiempo con tu madre y cuando menos se lo espere vamos. Ahora que se
lo acabamos de quitar, le estará vigilando todo el rato para que no se lo
quitemos-
-Tienes razón, mi madre es
muy lista.
-Demasiado. –dijo Harry
dándome un beso.
Le volví a besar y poco a poco
el beso se fue intensificando. Me cogió y me llevó a la habitación. Me tumbó
sobre la cama y él encima, y me empezó así a besar el cuello mientras yo le
quitaba la camiseta. Luego subió sus besos hasta mis labios otra vez y me quitó
la camiseta, para luego desabrocharme el sujetador y tirarlo. Me quitó los
pantalones y yo a él. Me volvió a besar todo el cuello mientras me acariciaba
todo el cuerpo. Le bajé los boxers y él a mi la braguita. Luego me miró y juntó
nuestras frentes.
-Te amo. –dijo.
-Te amo.
Me volvió a besar y a rozar
su miembro con mis muslos, hasta que me
fue penetrando lentamente. Poco a poco fue aumentando la velocidad y así hasta
que llegamos juntos al orgasmo. Cuando terminó, se tumbó a mi lado abrazándome
y dándome besos por toda la cara.
-¿te acuerdas de la primera
que lo hicimos? –dijo.
-Sí. Me acuerdo pedirle
consejo a Clara. –dije recordando ese momento. –Me acuerdo también que cuando
llegamos del parque de atracciones me dormí y me puse triste porque creía que
íbamos a hacer el amor, pero no. Luego empecé a recordar cuando te conocí en la
panadería. –Harry sonrió. –Y me despertaste besándome el cuello- Harry se rió.
-Tengo que buscarme un
trabajo.
-Y yo. –respondí.
Me besó y nos quedamos dormidos
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