Al día siguiente, mi madre me
visitó. Harry y yo preparamos la comida lo más rápido que pudimos, pues nos
avisó una hora antes de venir. Clara no me habló en todo el día, y Niall se
pasaba el día pegado a mí.
-Hola, hija. –me dijo seriamente
dándome un beso. Ese gesto me incomodó y me extrañó muchísimo, pero decidí no
decir nada. A Harry ni siquiera le miró. Se sentó en el sofá y esperó a que
tomáramos asiento. Harry y yo nos acercamos al sofá y Harry me dio la mano. Me
miró asustado y se mordió el labio de lo nervioso que estaba, pues mi madre así
no es. Le miré y no pude soportar besarle. Mi madre carraspeó, así que me
separé y me senté a su lado. Harry se sentó a mi lado, enrollando sus brazos en
mi cuello.
-Clara me ha contado todo.
–dijo seria.
En ese momento, solo sentí
odio hacia mi mejor amiga, ¿cómo ha podido hacer algo así?
-¡CLARA! ¿QUÉ TE PASA, TÍA?
CONFIÉ EN TI, ¿POR QUÉ SE LO DICES? –grité. Harry me tranquilizó un poco.
-Me voy a llevar al niño.
–continuó mi madre.
-¿QUÉ? ¡NI HABLAR! ESE NIÑO
ES MÍO Y DE ____. TÚ NO ERES NADIE PARA DECIR QUIÉN SE LO LLEVA, ¿VALE, VIEJA?
–gritó Harry levantándose del sofá.
-¡A mí no me grites! –ahora
se puso de pie mi madre. -¡Ese niño se viene conmigo! Si no, llamaré a la
policía y les denunciaré. Porque sois unos patéticos cuidando hijos. ¿No os
dais cuenta de que solo Clara y Niall los cuidan? ¿No te diste cuenta que os
acostasteis mientras él os oía? ¡Sois los dos unos cerdos! Y ____, no me
esperaba esto de ti. Da gracias a que no te separo de ese pervertido.
-Aunque quisieras, es
imposible. ¿Pero de qué vas? ¡Él me trata bien, como a una princesa!
-¿Princesa? ¡Hija, despierta,
no es un cuento de hadas! –me gritó mi madre.
Niall llegó llorando de la
cocina. Me vio y se acercó. Me abrazó y me dio un beso en la mejilla. Luego se
acercó a Clara.
-La cagaste. –dijo triste y
se fue de casa dando un portazo.
Di la mano a Harry.
-¿Y Kevin? Clara, recoge
todas sus cosas. –ordenó mi madre y Clara lo hizo.
-¡NO, NO, NO, NO, MI HIJO SE
QUEDA! –Harry levantó la mano a mi madre pero no la hizo nada.
-¿Ves, mamá? Te podría haber
reventado la cara, pero no lo ha hecho porque es muy buena persona. Y le amo.
–Harry me miró y me cogió de la cintura, me empezó a besar muy lentamente y
luego se fue al pasillo.
-Créeme, hija, que es mejor
que me lo quede yo a que la policía te lo arrebate del todo. –dijo acercándose
para darme un abrazo, el cual esquivé.
Me miró mal y llegó Clara con
una maleta, salió y mi madre igual.
Ahora, muchas lágrimas caían
por mi mejilla sin parar. Harry me abrazó y estuvo así un buen rato. ¿Por qué a
mí? Mi propia madre me arrebata mi hijo, ¿qué más puede pasar? Mi mejor amiga
ha provocado esto, y no sé nada de Niall desde que se fue.
Pasé la tarde abrazada a
Harry.
-Tiene razón, eran Clara y
Niall los que le cuidaban, nosotros no. –dije llorando.
-No digas eso. –dijo
besándome.
-Te amo.
-Y yo. –me dio un pequeño
beso en los labios y yo me acerqué para que me siguiera besando. Amaba besar a
Harry, olía tan bien, sabía tan bien… me recordaba a Kevin. Me volvió a besar,
esta vez más apasionado. Estábamos tumbados en el sofá besándonos lentamente
cuando llamaron al timbre. Harry abrió y apareció Zayn. Harry le sonrió, me
alegré de que después de todo, siguieran llevándose bien. Zayn me dio dos besos y se sentó.
-¿Qué tal? –dijo
acariciándome la pierna.
-¡Esas manos! –dijo Harry
apartándole la mano. Zayn se molestó y me miró.
-Ahora que Sarah y Tom se han
ido de mi vida, mi mejor amiga y mi madre se encargan de su trabajo. –dije con la
voz entrecortada.
-Ya me enteré de todo. Lo
siento mucho. –le abracé. Harry carraspeó
y Zayn se apartó. Harry le sonrió y los dos se rieron.
-Me bajo a por algo de comer,
tengo hambre. ¿Queréis algo? –dijo Zayn yéndose por la puerta.
-A mi hijo. –dije susurrando.
Zayn no lo oyó y se fue, pero Harry sí lo oyo y me abrazó.