viernes, 31 de mayo de 2013

CAPÍTULO 53: 'Le vi y...'

Llamaron al timbre. Miré a Harry para que fuera él y negó con la cabeza sonriendo.
-¡VAGO! -le grité cariñosa. Pasé por el salón para abrir cuando vi mi ropa interior tirada en el sofá de la noche anterior. Rápidamente, la cogí y la puse a lavar.
-¡Harry, por favor, abre tú! ¡Por favor! -grité para que me oyese. No recibí respuesta, pero oí una puerta abrirse.
-Bien, me ha hecho caso por una vez… -dije para mis adentros.
-¡_______! ¡¿DÓNDE ESTÁ MI PEQUEÑA?! -oí.
Me dirigí otra vez al salón y vi a Niall de espaldas. Se giró y me miró sonriente. -¡Aquí está mi pequeña! -dijo abrazándome muy fuerte.
-Niall, te quiero. -dije riéndome.
-Lo sé, lo sé… -dijo guiñándome el ojo.
Me reí y detrás vi a Clara mirando al suelo.
-Clara… -dije en voz baja. Niall se fue, haciéndome una seña que no supe interpretar. Supongo que sería que hablase con ella.
-Siento todo lo que pasó, pensé que era lo mejor para el niño. Por mi culpa no lo tienes, me he enterado.-dijo.
-Clara, olvida todo lo que pasó. Olvida todo lo que has hecho conmigo, quitando los mejores momentos. Vamos a empezar una amistad de nuevo, por favor. Te perdí una vez, y volviste; no quiero desaprovechar la oportunidad. -dije. Ella me miró con los ojos mojados, a punto de llorar.
-Gracias por todo. -dijo abrazándome.
-Las gracias se las das a tus amigas. No a tu hermana, así que no me las des. -dije.
Fuimos las dos a la cocina, y ahí estaban los demás. Saludé a Zayn con un beso en la mejilla y un fuerte abrazo, y a una chica rubia muy guapa.
-Ella es Perrie. -dijo Zayn.
-Hola, Perrie. -dije amablemente.
-Hola, cielo. -dijo y me dio dos besos.
-Hola, enana. -oí a Liam. Le abracé muy fuerte y le di dos besos. -¡Vaya! Creciste, ¿eh? -se rió. -Esta es Danielle.
-Hola, ___- se presentó y me dio un abrazo.
-¡¿Y a mí el último?! ¡Es injusto! Soy un princeso, debo ser el primero. -oí. Por ese comentario absurdo, supe que era Louis.
-¡¡Lou!! -fui corriendo a abrazarle.
-Que se pone celosa. -susurró en mi oído.
-Boo Bear, te oí. Hola, amor. -dijo Eleanor dándome un abrazo.
Al rato, estábamos todos en un sofá riéndonos, contándonos cosas graciosas que nos habían pasado y viendo a Louis hacer el imbécil. Estaba Eleanor contando una anécdota suya de cuando era pequeña cuando Harry me empezó a acariciar la pierna. Le miré y me guiñó el ojo. Fue subiendo la mano por mis muslos hasta levantarme un poco el vestido que llevaba.
Le cogí de la mano y se la aparté.
-Pervertido. -dije fingiendo sorpesa. Harry se rió y me empezó a besar.
-A ver los novios. -dijo Louis riéndose. -Vayan al baño, aquí no.
Zayn empezó a carraspear. Todos le mirábamos y acto seguido tosió de mentira de forma muy fuerte.
-Ah. -se dio cuenta Harry. Se levantó del sillón y se fue.
-¿Harry? ¿Adónde ha ido? -pregunté. Miré a Zayn quien echó una mirada cómplice a todos los demás y todos suspiraron riendo.
         Qué tonta era yo. No me di cuenta. ¿Qué podía pensar? ¿Qué se fue al baño? ¿A la cocina? “¿Adónde había ido?” pensaba. La cabeza me daba vueltas, me rayé. ¿Qué pasaba que todos se miraban cómplices, me miraban, se reían?
No sabía adónde iba, solo sabía que tardaba mucho. Por un momento pensé que me dejaba sola con todos estos para hablar de algo.
-¿Qué pasa? -pregunté. Zayn se rió.
-Nada. -dijo Zayn seco.
-Bah. -dije molesta y me levanté. Salí al pasillo y me paré en mi dormitorio. Fui a abrir la puerta cuando alguien me echó para atrás bruscamente.
-¡AY! -me quejé. Me hizo daño.
-¿Qué haces? ¡Vuelve al salón! -me regañó Zayn.
-¿Pero qué os pasa? ¿Estáis tontos?
-Que te vayas al salón. -me dijo Zayn seriamente.
Quise oponerme, pero volví. Tiempo después me di cuenta que hice bien, en volver, en hacer que, con un simple gesto, cambiara mi vida por completo, que empezase una nueva vida. Sin complejos, sin falta de amor, de cariño. Una vida que siempre quise y que hasta ese momento no tuve.
Una vida que toda mujer quiere, con la persona adecuada.
Al volver al salón oí unos ruidos de la cocina. Me acerqué a ella y estaba Niall en la nevera.
-¿Niall? -dije.
Él se puso nervioso y cerró rápidamente la nevera, apoyándose en ella como si no quisiese que nadie la abra.
-¿Estás bien? -pregunté extrañada. Él asintió nervioso sin despegar la mirada de mis manos.
Me fui de la cocina y entré al salón otra vez.
Le vi.
Mis manos y piernas temblaron.
Me recorrió un escalofrío por todo el cuerpo.
Mis ojos se aguaron.
-¿Qué haces? -pregunté con voz temblorosa. Aunque ya sabía a medias lo que hacía…

Pero no estaba segura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario