estábamos todos hablando sobre nosotros, cuando vi a Niall hacerme
señas. Se levantó y se fue. Al rato, para que nadie se de cuenta, me fui con
él.
-¿Qué pasa? -le pregunté.
-Pues que… verás, tú sabes que Clara y yo estamos saliendo, ¿no?
-Ahora sí, antes no. -me reí.
-Quiero regalarla algo ya que se lo merece.
-¿Y qué vas a hacer?
-No te lo diré, pero ¿podrías hacer algo para cortar las calles de
este barrio?
-¡Claro! -dije riéndome.
-Vale, gracias. Me voy, ahora vengo, prepara las calles para las
10 de la noche.
-Vale, cielo, adiós. -le di un beso en la mejilla y se fue.
*DOS HORAS DESPUÉS*
Llego la hora. Estaba nerviosa. Ya había vallado todas las calles,
las vallas las conseguí a través de un amigo cercano, aunque me costó lo mío. Entré
a casa. Mire el reloj. Las nueve. Bien. Todo en orden.
-Clara, amor, ven. -dije y se acercó a mí.
-Toma. -le pasé una bolsa del tamaño de su cuerpo.
-¿Qué es? -preguntó extrañada, tocándolo.
-Es lo que toda princesa necesita. Anda, póntelo. -dije cariñosa.
-¿Estás bien? -asentí. -Tía, ¿has bebido? ¿Has hecho algo con
Niall?
-¡TÍA! ¿ERES TONTA? -dije sorprendida. -¿CÓMO PIENSAS ESO? Anda y
pruébatelo ya, venga.
Clara, no muy decidida, se metió en el baño y a los minutos, oí.
-Tía, no voy a salir con esto.
-¡SAL YA! -grité y al rato la oí suspirar y salir. Estaba
preciosa. Sonreí y le puse una corona.
-¿Por qué esto? -preguntó extrañada.
-Porque eres una princesa.
-Pero no tengo que ponerme esto aquí. -dijo borde.
-No, aquí no. Tu príncipe y tu trono están en la entrada. -dije
orgullosa de mi trabajo.
-¿Pero qué te pasa? -seguía sin comprender.
-Ven.
-No pienso salir así.-se negó.
-Por las buenas o por las malas. -oí decir a Harry quien se
acercaba. Llevaba traje.
-¿Tú también...? -susurré.
-No, es otra cosa de lo tuyo. -me dijo en voz baja. Me guiñó el
ojo y miró a Clara.
-¿Qué está pasando aquí? -preguntó de brazos cruzados.
-De malas. -dijo Harry y la cogió como las princesas, llevándola a
la entrada. Fue divertido, Clara no paraba de moverse intentando bajarse, y
juraría que hubo una vez que casi se cae.
Cuando llegó a la puerta, Harry la bajó y la abrió. No vi lo de
fuera, pero sí vi la cara de Clara. Nunca la había visto tan impresionada.
-Niall… -dijo con un hilo de voz.
Me asomé a la puerta.
“Es más espectacular de lo que pensaba” me dije a mí misma. Niall
llevaba un traje y atrás suya había una carroza enorme. Niall le cogió la mano
a Clara y la ayudó a subir. Noté que mientras, Harry me abrazaba desde atrás.
Clara, nada más subir, cogió a Niall y le besó muy tiernamente. Niall
se sentó en un asiento y Clara encima. La carroza salió y dio un paseo por todo
el barrio.
-Es muy dulce Niall. -dije.
Noté como Harry me soltó.
-Celoso.-me reí.
Se puso recto y subió un poco la cabeza para parecer superior.
-Venga, dame un beso, idiota. -dije riéndome. Él solo negó con la
cabeza.
Le cogí del cuello y empecé a trepar por su cuerpo. Me caí y casi
acabo en el cuelo, pero Harry no hizo nada, solo aguantar la risa. Volví a
intentar, pero nada.
Lo intenté otra vez y me agarré a su camiseta, conseguí subirme y
me agarré a su cintura con las piernas y le cogí del cuello. Él se rió y me
cogió.
-Te amo. -me dijo y le besé tiernamente.
-Y yo a ti.
-Lo conseguiste, pequeña. -me dijo y sonrió.
-Gracias por pedírmelo.
-Gracias a ti por aceptar. -susurró después de un silencio.
Se acercó mucho a mí, hasta que nuestras narices rozaron. Le volví
a besar.
